Viaje al universo Setién

Setien en su etapa más joven

Setien en su etapa más joven

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Quique Setién es de los que se lleva el trabajo a casa. Literalmente. Solo así se entiende que un espectacular campo de fútbol siete, con la hierba perfectamente cuidada y dos porterías en perfecto estado (solo faltan las redes) sea el jardín de su casa en Liencres (Cantabria), a unos nueve kilómetros de Santander.

Aunque nació en pleno corazón de Santander, en el barrio de los Santos Mártires, Quique Setién ya es de Liencres: fue uno de los pioneros en establecerse en este pueblo residencial de unos 3.500 habitantes cuando apuraba sus últimos años como jugador del Racing de Santander. Compró una parcela y se construyó una casa a su gusto, con campo de fútbol y capilla incluidos, en lo que ahora se llama el barrio de Manzanedo. Muy cerca vive otro ex del Racing, José Moratón, y tienen casa el ex portero ‘Dudu’ Aouate y el hijo de Manolo Preciado.

Amigo del alcalde En su día a día en Liencres, Setién es uno más . “Hace una vida totalmente normal, como un vecino más. Pasea al perro o va en bici, a comprar el pan, como cualquier otro vecino de la zona, todo con plena normalidad”, explica el alcalde pedáneo de Liencres, José Portilla, buen amigo del entrenador del Barça.

A pocos metros de la casa de Setién su casa aparece lo mejor de Liencres, sus playas. Hay donde elegir: Somocuevas, Cerrias, Covachos, Arnía o Portío. Son el orgullo de los lugareños. “La iglesia [de Santa Eulalia] no está mal, pero de aquí no te puedes ir sin ver las playas: a veces viene gente del Inserso y por no hacerles caminar, no los llevan hasta la costa. Se pierden lo mejor”. El resumen es de María José, del bar ‘Amarillo Limón’.

Otro vecino, Luis Fernando Bárcena, añade otro punto de interés turístico, el Parque Natural de las Dunas de Liencres. “Setién podría ir de estrella, pero es un tipo muy normal”, explica Bárcena, que interrumpe su paseo vespertino con mujer, Isabel Aparicio (sevillana y bética) para hablar con SPORT. “Le vemos de vez en cuando paseando o en bicicleta. Como uno más: esta es una zona muy tranquila y casi todos nos conocemos, aunque sea de vista”.

Liencres celebra sobre todo dos fiestas, las de Santiago y las del Pilar. “En las de Santiago, Setién suele echar una mano en todo lo que haga falta”, recuerda el alcalde  Portilla. Aunque ha pasado largas temporadas lejos, hasta hace pocos años Setién mantenía la costumbre de organizar cada verano un campus de fútbol y de inglés. Su mujer, Rosa, profesora, participaba activamente.  “Y en algunos ratos libres, había tiempo para jugar alguna pachanga en el campo de su casa”, recuerda Portilla. Precisamente para eso se construyó Setién el campo de fútbol en casa, para poder jugar con amigos.

En Liencres, por cierto, hay vacas, pero pocas. Hay más en San Román de la Llanilla, junto al cementerio de Ciriego.  Y a los paisanos de Setién les extraña que los periodistas se sorprendan tanto por su frase del paseo entre las vacas. “¡Aquí las vemos cada día!”.