El viaje de ida y vuelta de Ronald Koeman

Ronald Koeman estaba plácidamente asentado al frente de la selección neerlandesa allá por agosto de 2020. Estaba haciendo un gran trabajo, era el artífice del cambio de generación que se había producido con los Frenkie de Jong, De Ligt, Van de Beek y compañía. La 'Oranje' caminaba con buen pie, venía de jugar la final de la UEFA Nations League. De recuperar el prestigio después del batacazo de quedarse sin Mundial en 2018.

De hecho, Koeman cogió las riendas después de que Dick Advocaat, una leyenda del banquillo tulipán, no fuera capaz de lograr ese billete para la Copa del Mundo. Ronald dirigió 20 partidos a Países Bajos en los que cosechó 11 victorias, cinco empates y cuatro derrotas. Su mayor éxito, introducir con gran acierto a esa hornada de futbolistas, la mayoría de ellos de la cantera del Ajax, que se abrían paso. Y vaya si respondieron. Solo un gol de Gonçalo Guedes le separó de su primer título en esa Nations.

UNA LLAMADA DE AUXILIO

Pero la llamada de auxilio de su Barça lo cambió todo. El 19 de agosto de 2020 llegaba a un acuerdo para rescindir su contrato con el combinado nacional (previo pago de 4-5 millones de euros entre él y el Barça). El sueño de sentarse en el Camp Nou no fue nada fácil. Sin público, con una plantilla en depresión y devaluada. Consiguió la Copa del Rey y cumplió con su cometido. Con la llegada de Laporta, aterrizaron las dudas. Y todo terminó mal. Demasiado mal. Fue despedido a finales de octubre de 2021.

Tras unos meses en el paro, relajado y a caballo entre su casa de Barcelona y de Sant Andreu de Llavaneres, Ronald recibía de nuevo la llamada de la 'Oranje'. El cáncer de Louis Van Gaal ha acelerado las negociaciones para que Koeman se incorpore a partir de 2023. Vuelve a casa. Justo cuando teóricamente hubiera vencido su primer contrato. Cosas de la vida.