El vestuario del Barça: "Es una situación jodida, pero el año pasado estábamos más muertos"

Inter - FC Barcelona | El gol de Calhanoglu

El gol de Calhanoglu al Barça que dio la victoria al Inter en Milán / TELEFÓNICA

Adrià Fernández

Adrià Fernández

La actuación arbitral en el Giuseppe Meazza dejó al Barça en una situación delicada para lograr el acceso a los octavos de final de la Champions League. La victoria del Inter de Milán por 1-0 deja a los italianos con seis puntos, tres más que los blaugrana, alejados de los 9 del Bayern de Múnich. Desde el vestuario, no obstante, están confiados en lograr el billete hacia la siguiente ronda de la máxima competición europea de clubes.

La indignación y el cabreo inundó el vestuario culé en tierras italianas. Se sintieron robados por el gol anulado a Pedri por manos involuntarias de Ansu Fati en la acción previa del tanto y por las claras manos de Dumfries dentro del área. Sin olvidar la posible expulsión de Çalhanoğlu por una fea entrada por detrás a Busquets, que se saldó con tarjeta amarilla.

"Es una situación jodida, pero el año pasado estábamos más muertos; esto no es como empieza, sino como acaba", comentaba el vestuario tras la derrota contra el Inter de Milán. La temporada pasada, el Barça también llegó a la cuarta jornada de la fase de grupos como tercer clasificado y en una situación parecida a la actual -también estaba el Bayern de Múnich de por medio-.

El vestuario reconoce que el año pasado se percibía menos fe de lograr el billete hacia los octavos, por la dinámica que arrastraba el equipo. Sin embargo, todos están confiados en lograr la victoria en las tres 'finales' que tienen por delante: dos de ellas en el Camp Nou, contra el Inter y el Bayern, y viaje a la República Checa para enfrentarse al Viktoria Plzen en la sexta y última jornada.

"Contra el Bayern jugamos bien y en Milán nos han robado", también se decía entre los jugadores. Este curso, la plantilla del Barça reconoce estar "más viva" y afrontar este triple reto con "más fe", a diferencia de la campaña pasada, cuando los futbolistas acabaron bajando los brazos, a pesar de no transmitirlo públicamente.