Verratti, primer pulso con el PSG

Albert Masnou

Albert Masnou

Marco Verratti se ha encontrado con un muro a derribar en su intento de pedir la salida del PSG para fichar por el Barcelona. El jugador italiano estuvo ayer por primera vez en las instalaciones del club parisino para pedir que los responsables del club se sienten a negociar con los del Barcelona, pero no pudo avanzar en prácticamente nada.

El presidente del PSG, Nasser Al Khelaifi, participó a primera hora de la mañana en la renovación de Thiago Motta y luego viajó hasta Montpellier para acudir al sepelio de Louis Nicollin, presidente del club fallecido hace unos días de un ataque al corazón. 

Nasser Al Khelaifi no tiene intención de reunirse con el jugador y, de inicio, su primera táctica es la de hacer oídos sordos a la demanda del italiano. Marco Verratti se reunió, eso sí, con su entrenador, Unai Emery, para pedirle que le dejara marchar pero el entrenador no manda en el club parisino, sino que es el presidente quien tiene la palabra en una decisión de este calibre.

Unai Emery dirigió el primer entrenamiento en el que no estaban los internacionales. Verratti no saltó al campo, sino que tiene intención de hacer preparación específica hasta el viernes, cuando llega el grueso de los jugadores internacionales. El técnico no quiso abordar el tema en las declaraciones efectuadas en la televisión del club pero el mensaje no debió convencer a Verratti porque las ambiciones deportivas de Emery parecen no estar en consonancia a las del italiano.

“Vamos a luchar para volver a ganar la Liga francesa, que es el principal objetivo en la presente temporada y luego hacerlo lo mejor posible en la Champions para seguir creciendo”, dijo. Precisamente es en Europa donde Verratti ha fraguado su frustración en el PSG porque nunca ha logrado pasar de unos cuartos de final de la competición.

Verratti no se rinde

Verratti no se rinde, aunque los problemas que se ha encontrado son mayúsculos porque el PSG no quiere ni tiene necesidad de traspasarle a cambio de los 80 millones que propone el Barcelona.

El club parisino no tiene intención de efectuar ninguna rueda de prensa ni comparecencia pública porque sería dar más relevancia al caso. En todo caso, quiere que el ímpetu de Verratti se vaya apagando poco a poco.

El Barcelona no ha querido enviar ningún emisario a París para no torpedear los contactos que tiene que asumir el propio jugador. Verratti debería insistir en las próximas horas y habrá que estar atentos a la postura del jugador: si baja los brazos (con lo que el Barcelona debería empezar a olvidarse de la contratación de Verratti) o si sigue con su pulso para abrir brechas en este muro que se ha convertido el PSG.

Fuentes próximas al club francés aseguran que nada nuevo va a pasar en las próximas horas porque la postura del club es inflexible. El PSG seguirá fuerte en su idea de mantener al jugador. El Barcelona, mientras tanto, está a la expectativa para conocer el desenlace final de la operación. De momento, no ha activado un plan B para apoyar en lo medida de lo posible y desde la distancia a la batalla que el jugador ha iniciado con el PSG.