copa del rey 2015/2016: fc barcelona-athletic club

Vermaelen y Mathieu siembran el pánico en el Camp Nou

La afición del Camp Nou vive su partido más sufrido de la temporada y focaliza sus nervios con la defensa del Barça

Vermaelen, Mathieu y una primera parte difícil

Vermaelen, Mathieu y una primera parte difícil / sport

Javier Giraldo

El público del Camp Nou respondió a la llamada que en la víspera había hecho Luis Enrique, advirtiendo del peligro del partido del Barça ante el Athletic y reiterando que la eliminatoria seguía abierta, pero la afición del Barça sufrió de lo lindo con algunos de sus jugadores, especialmente con los defensas y más en concreto, con Vermaelen y Mathieu

El público gritó 'Barça, Barça' desde el arranque del partido, pero a medida que caían los minutos, con un Barça acorralado por el Athletic, y con la eliminatoria en peligro, desde la grada del estadio se escucharon algunas quejas sobre el juego del equipo. El Athletic desarrollaba su juego con mucha facilidad en territorio blaugrana.

Vermaelen y Mathieu centraron casi todas las críticas: en ellos se focalizaron los nervios del Camp Nou, que empezó a sufrir por la eliminatoria cuando Williams anotó el 0-1.  

En los balones divididos y en las jugadas polémicas, la grada intentó ejercer de jugador número 12 del Barça: a medida que el nivel futbolístico del equipo bajaba en picado, la temperatura del Estadi subía varios grados.

El Athletic fue claramente superior al Barça en la primera parte del partido: lejos de su mejor versión, el equipo de Luis Enrique no tuvo continuidad en su juego: le costó sacar el balón jugado y fue incapaz de conectar con su tridente de ataque

Pero la afición también dejó escapar timidos silbidos al juego del equipo, en acciones puntuales y en errores en la salida de balón, especialmente a Vermaelen, casi tan despistado como en Málaga, y a Mathieu: pese al despliegue físico del francés, no transmitió seguridad a sus compañeros en la defensa del Barça. 

Ambos protagonizaron varios despistes que pusieron al público de los nervios: el Athletic supo aprovecharse de la situación para jugar su partido, adelantarse en el marcador y apurar sus opciones de clasificación.

Consciente de que la situación amenazaba con enquistarse, Piqué  reclamó a la grada del Estadi que apoyase incondicionalmente a sus jugadores y que no pitase al equipo blaugrana. 

El Camp Nou acabó de indignarse del todo cuando el árbitro, el canario Hernández Hernández, no expulsó a Balenziaga a pesar de que era el último hombre de la defensa cuando cometió una falta clarísima sobre Neymar.