Vergonzosa abdicación del Barça

Doloroso. También inexplicable. Toda una afrenta para el barcelonismo. No por haber perdido la Liga y que la haya ganado el Real Madrid, porque más o menos ya estaba asumido y hasta descontado. No, no se trata de eso. Es cómo se ha dejado escapar esta Liga, qué imagen ha ido dando el equipo en los últimos partidos (a excepción de Villarreal). Andando, arrastrándose, hundidos anímica y físicamente...

Reanudó el Barça la competición después del confinamiento con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Dos. Cuando falta un partido para concluir el campeonato (la jornada del domingo), el Real Madrid tiene siete puntos más. Sencillamente impresentable.

Mala imagen

Como un alma en pena, así ha transitado este equipo en la mayor parte de los compromisos que ha disputado tras el parón. Sin capacidad de reacción, sin brillantez y con un cuerpo técnico perdido, sin rumbo, con el único mérito de haberse atrevido a hundirse arriesgando con chicos de la casa, como Ansu Fati y Riqui Puig.

Bartomeu y su junta cambiaron a Valverde por Setién para insuflar ánimos a una plantilla alicaída, falta de moral, y al final el cántabro ha terminado con peores registros y dando peor imagen. Por eso, Bartomeu y la junta tienen que preguntarse si Setién será capaz de cambiar el alma del equipo. Estamos ante el peor Barça de los últimos tiempos, desde la última temporada con Rijkaard en el banquillo. Menos puntos que nunca y más derrotas.

De ahí que las declaraciones que hiciera Leo Messi al acabar el partido fuerab un toque de atención para todos. El capitán rara vez sale a hablar y ayer lo hizo para que todos conocieran la verdad. Basta ya de paños calientes.

Así es, jugando como lo hicieron frente a Osasuna, el Nápoles echará al Barça de la Champions League, como la Roma y Liverpool.  Efectivamente, este equipo, tal y como está ahora, deja mucho que desear. ¿Cómo puede ser que acaben los partidos fundidos? ¿Dónde están los responsables de la preparación? ¿Por qué tantos cambios tácticos en la pizarra de Setién para acabar siempre en la mediocridad y esperando el milagro de Messi?

Sí, Leo, tienes razón, queréis y no podéis. Y todo pasa por hacer, como también exige el líder azulgrana, una profunda reflexión. ¿Tiene que seguir Setién liderando una plantilla a la que, como ha quedado demostrado, no sabe sacarle el máximo provecho? ¿Acaso no se percata la junta que el equipo no cree en Setién?

Hay que tomar decisiones valientes. También con muchos jugadores, que son una sombra de lo que fueron. Y fichajes que no han aportado absolutamente nada. De hecho, ellos, los futbolistas, son los primeros responsable y, por tanto, los grandes culpables de ver a este Barça tan mediocre.

Era muy difícil, casi imposible, que el Real Madrid perdiera esta liga. Con VAR o sin VAR, han sido mejores y hay que felicitarles. Lo que nunca se podía haber imaginado el socio del Barça es que su equipo se despidiera de la Liga ofreciendo una imagen tan penosa. La derrota ante Osasuna ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia. Sencillamente impresentable.