Van Gaal 'renació' en Valladolid

Kluivert y Xavi, autor del gol, corren a celebrar el tanto junto a Rivaldo. El brasileño, con un potente disparo, provocó el rechace del meta César y Xavi, atento, de cabeza, empujó el balón al fondo de la red

Kluivert y Xavi, autor del gol, corren a celebrar el tanto junto a Rivaldo. El brasileño, con un potente disparo, provocó el rechace del meta César y Xavi, atento, de cabeza, empujó el balón al fondo de la red / PACO LARGO

David Salinas

David Salinas

El Valladolid vuelve a cruzarse en el camino del FC Barcelona en un momento relevante. El equipo azulgrana pelea por una Liga que, pese a tener muy complicada, no abandonará hasta que las matemáticas digan lo contrario.

Se trata de ganar o ganar, como le ocurrió al Barça 1984-85 para cantar un alirón que algunos se empeñaron en retrasar a base de penaltis (Urruti no lo permitió en esa ocasión en el José Zorrilla). Eso, ganar, también fue lo que hizo el Barça 1991-92 después de proclamarse campeón de la Copa de Europa en Wembley. Se esperaba que el equipo de Cruyff fuera relajado y embriagado de éxito a orillas del Pisuerga, donde se jugaba la Liga y… 0-6.

Y tampoco falló el curso 1998-99 cuando, con el agua al cuello y como si de un juicio final se tratara, el equipo de Louis van Gaal cogió aire gracias a un salvador gol de Xavi Hernández para remontar y acabar ganando la Liga en Vitoria, donde precisamente el Barça la cerrará esta temporada.

Este último episodio se vivió el 20 de diciembre de 1998, con las fiestas de Navidad y Año Nuevo a la vuelta de la esquina. El Barça llegó a la cita del José Zorrilla más exigido y presionado que nunca. En Liga había cosechado cuatro derrotas en los últimos cuatro partidos (Mallorca, Atlético –la noche de la ceremonia inaugural de los actos del Centenari–, Deportivo y Villarreal) y Valladolid era la última oportunidad de Van Gaal. El todo o nada. Incluso se desplazó el vicepresidente Joan Gaspart, con la inequívoca misión de cesar el entrenador en caso de acumular el quinto KO consecutivo.

Arropado

Van Gaal, en la víspera, había dejado claro que quería seguir, que su dimisión no era la solución a los males del equipo, que todo pasaba por “trabajar y ganar partidos”. Además, dijo que “tengo el apoyo de los jugadores y de Núñez, que es lo importante. Y por la calle la gente me anima más que me critica. Es así”.

Lo cierto es que el presidente se había quedado solo en la defensa del entrenador y que la situación, derivada por un desgaste de 20 años al frente del club y los nefastos resultados, tenía al mandamás azulgrana acorralado.

El partido empezó a las 19.30 horas del domingo 20 de diciembre de 1998 y el Barça, con cambio de sistema y renunciando a los extremos para que fueran Luis Enrique y Sergi quienes atacaran el espacio y no Figo ni Rivaldo, más por el centro, saltó al campo con HespOkunowoPellegrinoReiziger; Luis EnriqueXaviCocuSergiFigoKluivert Rivaldo.

El alivio, en forma de gol, no se hizo esperar. Xavi Hernández, que jugaba su decimosexto partido oficial con el primer equipo y tenía 18 años (casi 19), salvó el cuello del técnico de los Países Bajos con un tanto en el minuto 15 de partido.

La jugada la inició Kluivert, avanzando por la zona ancha. Cedió en cortó para Xavi, que se sumó al ataque entrando por el centro para ceder, de primeras, a Rivaldo. El brasileño, ya dentro del área, soltó un cañonazo que César, guardameta local, rechazó como pudo. El balón se elevó y, en su descenso, casi sobre la línea de gol, fue cabeceado por el canterano, en reñida pugna con Peña, al fondo de la red. Fue el primer gol de Xavi en Liga. Un gol que la historia recuerda como el que mantuvo en el cargo a Van Gaal.

Un manojo de nervios

El técnico saltó como un resorte del banquillo cuando el balón cruzó la línea y, a partir de entonces, se dijo que ya no volvió a sentarse, víctima de los nervios. Su equipo, ciertamente, no jugó mucho mejor de cómo lo había hecho hasta entonces, pero la victoria y el ‘regalo’ de Papá Noel Xavi, abrió un periodo de reflexión y le dio vida hasta enero, que inició con una goleada al Alavés (7-1) en el Camp Nou.

Sufrió Gaspart en el palco y sufrió Van Gaal en el banquillo. Hasta el punto de que reconoció que el último cambio, de Zenden por Figo en el minuto 89, fue “para perder tiempo”. Gaspart, por su parte, dio por buena la energía consumida en la grada: “La victoria nos dará tranquilidad. Van Gaal ha sufrido muchísimo con esta situación. No es un extraterrestre. Es humano”.

La victoria azulgrana en Valladolid fue un punto de inflexión. El equipo frenó la caída en barrena en el José Zorrilla y a partir de ahí los pupilos de Van Gaal encadenaron ocho victorias consecutivas en la Liga y se postularon como firmes candidatos a renovar el título.

De hecho, el Barça solo volvió a perder un partido desde entonces, en casa contra el Valencia (2-4), antes de cantar el alirón en Vitoria el 22 de mayo de 1999 (1-4). Fueron un total de 21 encuentros con un balance de 17 victorias, tres empates y una derrota. El Barça cerró la Liga con otro KO, en Zaragoza (2-0), pero ya con el título en el bolsillo. A partir de entonces, la travesía por el desierto...