Valverde y la cantera: promesas en la sala de espera

El gol de un modelo: Aleñá sentenció con esta gran definición

 Carles Aleñá fue protagonista del partido consiguiendo su primer gol en LaLiga tras recibir una asistencia de fantasía de Messi / LALIGA

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Cuando Josep Maria Bartomeu anunció el fichaje del Txingurri el 29 de mayo de 2017 lanzó un mensaje rotundo: "Es imposible no aceptar a Valverde como entrenador".

El presidente argumentó que "su filosofía de juego es como la del Barça, trabaja muchísimo y le interesa el fútbol base". Nadie dudó entonces de su apuesta por los jóvenes: hasta 34 jugadores dieron el salto a Primera División bajo su dirección en las diez campañas en el máximo nivel del fútbol español. 

En el Athletic contribuyó a la irrupción de futbolistas como Iraola, Llorente, Kiko Casilla o Williams. En el Espanyol dio la alternativa a Marc Torrejón, Javi Chica o Palanca. Y se esperaba que diera valor a promesas con potencial para la élite. Monchi, director técnico de la Roma, recordaba hace siete años que “el mejor entrenador para la cantera es el entrenador del primer equipo”. Pero el Valverde del Barça ha subrayado su perfil más pragmático para salir airoso del gran reto de su carrera.

El Txingurri nunca fue un radical; más bien un tipo sensato con una gran adaptabilidad. Y aquí se ha aplicado en mantener el orden natural de las cosas. 

En respetar las jerarquías de un equipo ganador. Y en no desviarse de la urgencia de un banquillo de naturaleza inestable: sus decisiones son casi siempre a corto plazo. "El fuego se apaga con agua, no con gasolina" es una de las frases que definen el talante del técnico.

Los números son contundentes: con Valverde en sus dos primeras temporadas han debutado siete jugadores del filial (cuatro canteranos) en partido oficial. Cucurella, Oriol Busquets, Arnaiz y David Costa la temporada pasada. Y esta, Chumi, Miranda y Cuenca en la Copa ante la Cultural. Con Guardiola hasta 22 jugadores formados en La Masia tuvieron alguna oportunidad en el primer equipo. Y Luis Enrique dio la alternativa a 15.

Incluso Messi dejó entrever su descontento con la creciente falta de protagonismo de los jóvenes. "Es bueno que el club vuelva a confiar en la cantera y a sacar a este tipo de jugadores [en referencia a Riqui Puig] que se había perdido un poco en estas últimas temporadas”.

Valverde se defiende recordando que cuenta con una plantilla muy larga. Las cifras son llamativas aunque esconden una verdad incómoda. Desde la irrupción de Busquets y Pedro en la primera temporada de Guardiola, solo Sergi Roberto se ha consolidado como una pieza importante en el primer equipo.

Futbolistas como Thiago, Bartra, Deulofeu, Sandro, Adama, Munir, Montoya, Cuenca, Rafinha, Tello o Samper no han logrado asentarse.Robert Fernández, el exdirector deportivo, fue particularmente crudo en el diagnóstico hace solo dos años: "En estos momentos, no tenemos la suerte de tener una hornada de jugadores de nivel. Hay jugadores buenos, pero ahora no tenemos la capacidad de nutrir al primer equipo". 

Brotes verdes

Con Valverde dos nombres llaman sobre todo la atención: Aleñá y Riqui Puig. A priori los dos aseguran mantener vigente el estilo. Perpetuar la especie de centrocampista que tanto han marcado la identidad del equipo.  

"Sé la historia y el trabajo de cantera de este club y que los jugadores deben ir para adelante. Me gustaría que los jugadores vieran que hay unas perspectivas de entrar en el primer equipo. Lo que ha salido de La Masía ahí está. Sólo hay que ver a Aleñá y Riqui Puig, futbolistas con talento e intención. El futuro pasa por ahí, independientemente de que luego tengas que apuntalar con jugadores de fuera", anunció el técnico en el cierre de la temporada pasada.

Han pasado siete meses de estas palabras y Aleñá vive su mejor momento en el primer equipo. Su gol ante el Villarreal llega tras superar una grave lesión y liderar el filial. 

El de Mataró es de esos jugadores que ha escogido el camino de la paciencia. La vía que abrieron en su día futbolista como Iniesta y Sergi Roberto, que se mantuvieron firmes en su sueño a pesar de no jugar los minutos que les hubiera gustado.

Este miércoles se espera que sea protagonista ante la Cultural en el Camp Nou. También Miranda, que está viviendo una temporada peculiar. Las salidas de Digne y Cucurella le dejaron vía libre como alternativa a Alba. Pero su arranque en el filial estaba siendo decepcionante hasta hace solo algunas semanas. Tiene solo 18 años y Valverde quiere ir despacio. Tanto él como Chumi apuntan a titulares.

También Riqui Puig está viviendo una campaña peculiar. El mediapunta tuvo en el Gamper una de esas apariciones fulgurantes de jugador distinto. Pero en el Barça B ha combinado actuaciones deslumbrantes con partidos intrascendentes.

De ahí que haya entrado y salido del equipo de Pimienta. Valverde mira de reojo al centrocampista. Pero el camino que va del filial al primer equipo se ha vuelto más difuso y los jóvenes se quedan sobre todo en el penúltimo piso. En el filial. La Masia tan lejos y tan cerca.