El Barça saca la calculadora

El Barça, tras ganar la Copa del Rey y la Supercopa, se centra ahora en la Champions y la Liga, los dos títulos que le quedan para conquistar el tercer triplete de su historia tras los logrados en 2009 y 2015. A falta de la vuelta de las semifinales ante el Inter, la próxima parada ahora es Valladolid, donde una victoria blaugrana este sábado permitiría al equipo, como mínimo, mantener los cuatro puntos de ventaja respecto al Real Madrid antes del clásico. Una previsión que está a expensas de las prestaciones de los azulgranas en el Nuevo Zorrilla y de cómo afronta el equipo de Carlo Ancelotti la visita del Celta al Santiago Bernabéu el domingo.

El plan revolucionario del Inter para llegar frescos ante el Barça

Los pucelanos ya han consumado el descenso a Segunda y, aunque pueda parecer contradictorio, esto les hace más peligrosos porque no tienen nada que perder y buscarán dar una alegría a su afición ante el campeón de Copa, a quien este partido le cae justo en mitad de la eliminatoria de Champions y tras un espectacular 3-3 en Barcelona que lo deja todo abierto para el choque del Giuseppe Meazza.

Pese a ello, ganar es imprescindible si los jugadores de Hansi Flick quieren tener opciones de ser campeones de Liga ante el Real Madrid en Montjuïc el próximo 11 de mayo, o si no es posible, ante el Espanyol en Cornellà-El Prat. Depende de ellos.

El Barça visita al Valladolid este sábado a las 21 horas, por lo que vuelve a jugar antes de que lo haga el equipo de Ancelotti, que recibe al Celta en el Bernabéu a las 14 horas del domingo. Si el líder gana en el José Zorrilla, cualquier resultado que no sea una victoria blanca dejará la Liga en bandeja para su rival porque ya solo necesitaría ganar el clásico la semana siguiente para ser campeón de forma matemática.

De producirse la victoria de los culés ante los merengues sería la cuarta vez (cinco si contamos el amistoso de pretemporada) que los blaugrana superan al Real Madrid esta temporada tras lo vivido en la primera vuelta de la Liga (0-5), la final de la Supercopa (2-5) y la final de la Copa del Rey (3-2).

Última bala para el Real Madrid

Si el Real Madrid se impone al Celta y ambos equipos llegan con la actual diferencia de puntos (+4 para el Barça), todo lo que no sea un triunfo blanco en Montjuïc permitirá al Barça depender de sí mismo para ganar la Liga en su visita al estadio del Espanyol.

De todas formas, el equipo que dirige Ancelotti es muy consciente de que la última bala para pelear por un título grande esta temporada pasa por ganar el segundo clásico de Liga y eso les llevará a quemar sus naves en el Estadi Olímpic. Nada que el Barça no tenga previsto.

La realidad es que, si no pasa nada, la cuenta atrás ha empezado y los blancos se cambiarían ahora mismo por el Barça sin pensárselo ni un segundo. El resumen es meridiano: si los blaugrana ganan los tres próximos partidos serán campeones, pero también pueden ganar dos y empatar el clásico. Cualquiera de estas dos fórmulas sirve.

Además, lo que ya es seguro es que el Barça jugará ante el Real Madrid sabiendo si estará en la final de la Champions o no. Es decir, si sigue aspirando al póquer... Un éxito, pase lo que pase, pues nadie podía soñar con un balance semejante a estas alturas cuando arrancó el curso futbolístico allá por agosto de 2024.

Conociendo cómo funciona la teoría del puente aéreo, este panorama no hace más que ahondar la crisis que se vive en el Santiago Bernabéu. Nadie se acuerda de los éxitos en la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes conquistados en la primera mitad de la temporada y todo huele en Chamartín a fin de ciclo.

La historia puede repetirse

Y otro detalle que no es menor. En el caso de que los de Flick ganen la Liga de forma matemática en Cornellà-El Prat, sería la segunda vez consecutiva que esto sucede porque la Liga conquistada con Xavi Hernández en el banquillo culé se celebró cuando aún faltaban cuatro jornadas para el final de la temporada 22-23.

Aquello no gustó a la afición local y una parte de sus seguidores, los más radicales, saltaron al césped del RCDE Stadium con muy malas intenciones. La historia, en ocasiones, se repite; veremos si también sucede esta temporada.