Historia SPORT

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Solo vale ganar donde nació la 'crisis del estilo'

El Barça del Tata Martino ganó por 0-4 en Vallecas en 2013, pero perdió la posesión y fue muy criticado

Después de cinco campañas brillantes con Guardiola y Tito, el cambio de ciclo se escenificó ante el Rayo

El Tata Martino se saluda con Paco Jémez en el Rayo-Barça de la 2013-14

El Tata Martino se saluda con Paco Jémez en el Rayo-Barça de la 2013-14 / Marc Casanovas

Jordi Gil

Jordi Gil

"Lo más imporantes es pasar la eliminatoria". Esta frase fue pronunciada este martes por Ronald Koeman en la rueda de prensa previa al partido de octavos de final de la Copa del Rey que disputará el Barça este miércoles ante el Rayo Vallecano. Una reflexión que habría puesto los pelos de punta a más de uno años atrás cuando se quería alargar el estilo creado por Pep Guardiola y Tito Vilanova de forma infinita. Sin embargo, la evolución del equipo lo llevó a otro registro de la mano del Tata Martino en la temporada 2013-14 cuando tocó pasar página a una época dorada y en Vallecas se empezó a vislumbrar la nueva realidad.

El Barça del Tata Martino visitó Vallecas el 21 de septriembre del 2013 y logró una contundente victoria por 0-4. Sin embargo, esta goleada en vez de celebrarse fue asumida con dolor por una buena parte del barcelonismo. El conjunto blaugarna había perdido la posesión por 51% a 49% ante el conjunto de Paco Jémez. Cada pelotazo de Víctor Valdés fue como un puñal en el alma´de los más puristas, pese a que durante el encuentro se vio como la lectura más lógica para romper una presion muy avanzada de los rayistas y también se evitaban pérdidas en campo propio en un terreno de juego que estaba algo irregular.

Una losa para el Tata

El razonamiento de Martino al final del partido fue muy lógico: "El Rayo nos hizo una intensa presión y no podíamos jugar siempre desde nuestro arco. Tomamos decisiones de jugar en largo para buscar desahogo. Un punta venía a recibir y el otro se marchaba en profunidad". Esta explicación práctica chocó con el libreto del guardiolismo y el Tata vivió toda la temporada bajo el estigma de ser un técnico que había traicionado el ADN del Barça.

Pasados ocho años de aquel partido, el Barça nunca ha vuelto a jugar como el conjunto de Pep y Tito. Con Luis Enrique subió los decibelios al ritmo del tridente para ganar títulos, con Valverde se decantó hacia el pragmatismo total y absoluto y, tras el impase catastrófico de Quique Setién, Koeman ha pasado en pocos meses del doblete pivote al 4-3-3 tradicional y aún sigue sin concretar una forma de jugar.

Song ante Trashorras en el Rayo-Barça de la 2013-14

Song ante Trashorras en el Rayo-Barça de la 2013-14 / Marc Casanovas

Sin tiempo para debates

Koeman sí tiene claro que el club necesita más que nunca ganar y la Copa es el título más cercano. No reservrá a nadie. Ni a Leo Messi. El Barça no está ni para regalar títulos ni para concesiones de cara a la galería. El debate del estilo no tiene cabida en un equipo que quiere recuprar la sensación de volver a aspirar a altas cotas y no está para que la estética prime por encima del resultado.