Unzué: "A pesar de estas circunstancias, y las que vendrán, creo que la vida vale la pena"

Juan Carlos Unzué anuncia que tiene ELA y que acaba su etapa como entrenador

Juan Carlos Unzué anuncia que tiene ELA y que acaba su etapa como entrenador / EFE

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Unzué no le pierde la sonrisa a la vida. Después que le diagnosticaran ELA hace poco más de un año, el exentrenador concedió una entrevista al Diari Ara en la que contó cómo se encuentra y cómo afronta esta difícil etapa.

Mentalmente me encuentro mejor que el día que hice pública mi enfermedad. Sobre todo, a consecuencia de la gran cantidad de señales de estima y respeto que gente con la que tengo relación, gente con la que hacía muchos años que no tenía contacto y gente que no conocía pero que ha querido aportar su granito de arena”, comentaba Unzué. “Los médicos me aconsejaron, y creo que fue un buen consejo, no leer demasiado en internet, porque cada uno es una historia. He intentado seleccionar muy bien la información para ser consciente del que tengo”.

El extécnico declaró que empezó a ver que alguna cosa no iba bien durante su época en el Barça: “Desde la primera visita con los médicos, con los neurólogos, hace más de cinco años. Cuando vuelvo con Luis Enrique al Barça. El problema era que tenía muchas rampas sobre todo cuando ponía el cuerpo a máxima intensidad con la bicicleta. Esto continuó durante tres años. Yo pongo fecha a esta sensación de cansancio primero y después un poco de debilidad física, de falta de fuerzas: en enero de 2018, cuando ya era entrenador en Vigo”.

A nivel deportivo, y al frente del Girona, Unzué declaró que no pensó en dejarlo por consejo del doctor Rojas ya que “ser entrenador implica más observar. Me sentí con suficiente fuerza como para continuar con el proyecto. Cuando salí de Girona es cuando decidí pedir una segunda opinión y decidí dedicar tiempo a mi salud”.

A la hora de hacer pública su enfermedad, Unzué decidió hacerlo para aprovechar su imagen pública y darle visibilidad: “Se necesita investigación y, aunque es posible que los pacientes actuales no nos podamos beneficiar –yo no pierdo la esperanza-, a mí me quedará la tranquilidad de haber puesto mi granito de arena al servicio de los que vendrán después”.

Lo que no queda duda es que Unzué se ve fuerte para encarar el futuro.

Más que cuánto tiempo viviré y en qué condiciones, lo que tengo claro es que yo decido cómo quiero vivir. Que los días que esté aquí tienen que valer la pena. A pesar de estas circunstancias, y las que vendrán, creo que la vida vale la pena. A veces aquello que parece simple y que hemos dejado pasar resulta que es aquello que más felices nos hace. Animo a la gente a no esperar a tener un diagnostico como el mío para vivir el día a día, a atreverse a hacer cosas, que vivir vale la pena”, concluyó Unzué.