El truco de Iñigo Martínez en sus salvadas

Iñigo Martínez es el jerarca de la defensa del FC Barcelona. Aunque frente al Celta tuvo mucho trabajo por el excelente planteamiento de Claudio Giráldez, Iñigo resultó decisivo en la recta final evitando una acción de gol clarísima de Pablo Durán.

El secreto que refuerza a Iñigo Martínez como el mejor central izquierdo

Una salvada que recordó al 'tackle' espectacular de una semana anterior frente a Munir cuando el delantero del Leganés iba lanzado hacia la portería del Barça para igualar el encuentro en los últimos compases.

Dos acciones que tienen su propia historia y no son fruto de la casualidad. En ambas jugadas, Iñigo Martínez desbarató la acción con la pierna derecha, en teoría su pierna menos buena, pero el de Ondarroa sabe perfilarse también perfectamente cuando no puede jugar con su zurda habitual.

El secreto consiste en que Iñigo es ambidiestro. En realidad, el central vasco utiliza la mano derecha para escribir o realizar las acciones cotidianas más habituales. La singularidad es que se le dio mejor utilizar la izquierda para jugar a fútbol en los inicios de su andadura en este mundo.

Por tanto, Iñigo Martínez puede desarrollarse con soltura con la pierna diestra como se vio en dos jugadas de máxima precisión como fueron los robos a Munir y a Pablo Durán.

A sus 33 años, Iñigo Martínez está hecho un coloso en la defensa del Barça. Se ha convertido en un jugador imprescindible después de una primera temporada difícil al llegar de una lesión y no tener continuidad. Ahora, con la confianza de Hansi Flick, se está viendo al Iñigo Martínez de los mejores tiempos.

Pase de oro a Ferran Torres

Su inteligencia para leer el juego defensivo es su mejor virtud, así como su capacidad para sacar el balón desde atrás con criterio buscando los espacios entre líneas. De esta manera fue como encontró a Ferran Torres para poner en ventaja al de Foios en el primer gol del partido frente al Celta.

Sus pases verticales, superando líneas, dan mucha profundidad al juego de los de Hansi Flick. Además, cuida de manera extrema su preparación para no caer en las lesiones. El juego del Barça le exige una barbaridad, con muchos metros a recorrer a menudo a sus espaldas, y su condición física debe estar al máximo para poder resistir.

El rendimiento de Iñigo le ha valido la renovación por otra temporada en el Barça sin la necesidad de que se cumpliera la condición de disputar el 60 por ciento de los encuentros, con un mínimo de 45 minutos sobre el campo.

Iñigo Martínez no solo es apreciado en el campo, sino también en el vestuario, donde ayuda mucho al crecimiento de los jóvenes. Su paso por dos clubs de cantera como la Real Sociedad y el Athletic Club le ha dado la mentalidad para valorar la importancia de guiar a los futbolistas con menos experiencia.

Entre la afición también ha calado. Su compromiso y exigencia defensiva está impresionando a la grada de Montjuïc, que ya lo ha vitoreado en varias ocasiones con todo el merecimiento del mundo.