El triste final de Adama Traoré

Genera hasta un punto de incomprensión. Que el otro día Adama Traoré no disputara ni un minuto ante el Getafe fue difícil de entender. Al Barça le bastaba un punto sí, pero el extremo de L'Hospitalet, con ese punto de desborde y de imprevisibilidad, podría haber dado otro aire al equipo. Que estaba siendo totalmente plano. En cualquier caso, fue una constatación de que Xavi ha perdido la confianza en él. Desde hace más de un mes ha desaparecido prácticamente del mapa.

Nueve partidos seguidos siendo suplente. Y en cuatro de ellos sin jugar ni un minuto. Cierto es que la eclosión de Dembélé no ha ayudado a que tenga más incidencia, pero aún así no deja de ser significativo después de unas primeras semanas en las que irrumpió como un 'huracán'. Cuatro asistencias en los primeros cinco encuentros y una sensación de que iba a ser una pieza muy importante en esa búsqueda de desborde, cambios de ritmo y un toque imprevisible que el Barça necesitaba como el comer.

SOLO MENDES PUEDE EVITAR UNA VUELTA A WOLVERHAMPTON

Pero el desenlace no ha mantenido ese 'fervor' inicial. Y la verdad es que tiene por delante un único partido, el del Villarreal en el Camp Nou de este próximo domingo, antes de concluir la cesión. Bueno, aún queda ese desplazamiento a Australia. El 30 de junio regresará a la disciplina del Wolverhampton.

Actualmente pinta muy complicado que su futuro próximo se vuelva a ligar al Barça. La única opción, que se ha ido comentando casi desde su llegada, sería que los 'Lobos' aceptaran un trueque por Trincao, jugador que tiene allí a préstamo el Barça. Salvo maniobra maestra de Mendes, eso no va a suceder. Es por ello que sería un triste final en Barcelona para un futbolista que se formó en La Masia y que respiró barcelonismo durante tantos años de su formación.