Trincao, sin pena ni gloria en Ipurua

El portugués dejó buenos detalles en el primer tiempo, pero no acabó ninguna jugada

Situado en el centro del campo en la posición de interior, ya no salió tras el descanso

Trincao, ante el Eibar en Ipurua

Trincao, ante el Eibar en Ipurua / JAVI FERRÁNDIZ

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Francisco Trincao acabó la temporada en el Barça, su primer año como blaugrana, siendo titular en Eibar en la última jornada de LaLiga. Koeman le situó en el centro del campo, por detrás de Griezmann, ejerciendo, si puede decirse así, de Leo Messi. Con libertad de movimientos, el portugués ofreció detalles, pero ahí se quedó, con los detalles.

Es justo decir que, durante el primer cuarto de hora, fue el futbolista que propuso más cosas, que pidió el balón siempre, que regateó, que dio profundidad y que acaparó más la posesión. Eso es así, pero también lo es que le faltó consistencia, regularidad en su presencia y acabar alguna jugada en condiciones ventajosas para su equipo. La realidad es que el equipo tampoco acompañó y que el Eibar, con poco, cerraba espacios sin problemas.

Trincao no acabó de aprovechar los minutos que le dio Koeman, que siempre ha mostrado confianza en el jugador, aunque tampoco le ha dado la regularidad necesaria para saber si el luso es carne o pescado. Es joven y tendrá más oportunidades y, además, es evidente que, cada vez que sale, debe hacer todo lo posible por seguir. Demasiada responsabilidad. De hecho, eso volvió a ocurrir en Ipurua, donde quiso hacer demasiadas cosas en el poco rato que tuvo, una primera mitad que le acabó costando no salir tras el descanso. Tampoco estará en la Eurocopa. Sí estará en la Sub-21.