El título que faltaba

Eric Abidal, Premio culé del año

Eric Abidal, Premio culé del año / sport

Toni Frieros

Más allá de un partido, más allá de una victoria o una derrota. Más allá, incluso de un título. Al FC Barcelona, y a todo el barcelonismo, le hacía falta una gala. Su Gala. Su fiesta, donde reconocer los méritos y trayectorias de tantas personas que ponen de manifiesto, día a día, que ser culé es una actitud de vida, un comportamiento, sin distinción de edad, sexo, clase social o económica. El barcelonismo es universal. Una religión, también de valores.

Pero le faltaba un trofeo, un premio, un reconocimiento. Y ese vacío, por fin, se llenó anoche en el Auditori 1899 del Camp Nou con la celebración de la primera Gala ‘Culé del Año’, organizada conjuntamente por el FC Barcelona y por esta casa, el Diario SPORT, siempre tan sensible al mundo  azulgrana y, a la vez, tan cercano a ese cosmos que representa.

Con la presencia de Josep María Bartomeu, presidente del FCBarcelona, y Ernest Folch, director de SPORT, la Gala arrancó con un larguísimo y cálido aplauso provocado por las palabras del máximo responsable editorial de SPORT al recordar la injusticia que está sufriendo el ex presidente Sandro Rosell, de quien dijo que sufre un record sin precedentes de  prisión preventiva. La sala se emocionó y el recuerdo de Rosell nos acompañó hasta que se apagaron las luces.

"Ha venido para quedarse"

Conducida con la simpatía y el sentido del humor de Llucià Ferrer, conocido presentador de radio y televisión, quedó patente que la Gala ha nacido para quedarse y para convertirse, cada año, en una fecha señalada en el calendario azulgrana. Es decir, en toda una referencia. “Ha venido para quedarse”, remarcó Ernest Folch, que abrió la primera edición del ‘Culé del Año’.

Entre los invitados estuvo el Secretari General de l’Esport Català, Gerard Figueras, que fue el primero en entregar un premio, concretamente el de la trayectoria culé que recibió Xavi Pascual.

La fiesta del barcelonismo estuvo amenizada por las magníficas voces del grupo catalán ‘The Gourmets Vocal Quarter’, especialistas en gospel que interpretaron todas las piezas a capela. Cerraron la noche con el himno del Barça, que puso la piel de gallina a los presentes.

En el escenario pudieron verse dos joyas de gran valor que descansan en el museo del FC Barcelona. Por un la lado, la camiseta del Barça más antigua que existe, sin escudo y sin número, pero con los colores azulgranas. Una pieza magnífica, como el trofeo original de la Recopa de Europa que el FC Barcelona ganó en Basilea en 1979, hace ahora cuarenta años y que marcó un hito histórico y emocional para la entidad y todo el barcelonismo.

Momentos emotivos

La noche tuvo momentos muy entrañables y emotivos. Sin duda, uno de ellos fue cuando subió al escenario en su silla de ruedas Nujeen Mustafa para recoger el premio culé internacional. En inglés, agradeció al Barça haberla hecho tan feliz y que luche cada día para hacer un mundo más justo. Y tuvo el detalle de compartir el premio con los barcelonistas de todo el planeta. Arrancó un prolongado y sentido aplauso de los presentes.

Y qué decir de Sor Lucia Caram, que domina el verbo y el escenario como nadie. Sus hábitos son blancos, sí, pero su corazón es cien por cien azulgrana.

El auditorio rió cuando el presentador dijo de ella que es la única persona en el mundo que puede hablar con dos dioses. Uno terrenal, Leo Messi, y otro celestial: “Hablo más con el de arriba que con el de abajo”. Y claro, la sala aplaudió el brillante comentario.

Muy emotivo fueron también las palabras  de Eric Abidal, el Culé del Año, que regresó de un largo viaje para recoger el premio.

El acto, en cuanto a parlamentos hace referencia, lo cerró el presidente del FC Barcelona, que incidió en la brillante iniciativa del Diario SPORT de poner en marcha el ‘Culé del Año’.

.No quiso dejar pasar la oportunidad para recordar también a Sandro Rosell y que el FC Barcelona, como institución, siempre estará al lado de la democracia y la libertad.

Todos los premiados recibieron, además del trofeo correspondiente, una camiseta del FC Barcelona con el año (2019) y el nombre de la Gala estampados en la espalda. Esa fue la foto de familia. Una foto que pone de manifiesto que una idea pasa a convertirse en grande, y en realidad,  cuando se trabaja en ella.