Ter Stegen: El muro del Barça funciona

German Bona

German Bona

Con el pitido final del escocés Madden, le dio una patada al poste, mezcla de rabia y alivio. Reclamado por la televisión con derechos para dar en caliente sus impresiones a pie de campo, optó por sosegarse, contar hasta tres, esperar unos minutos, y entonces sí, lanzar un mensaje tan contundente como reflexivo. Con la legitimidad del que ha mantenido en pie a un equipo superado por la intensidad rival. Las palabras críticas de Marc-André Ter Stegen tras una victoria se leen desde el inconformismo y el deseo de replantear la situación, con el viento a favor de los resultados, antes de que, como dijo un día Guardiola, “nos hagamos daño”.

El alemán se ha ganado a pulso, en su sexta temporada en el club azulgrana, ser escuchado con atención. Nadie mejor que él sabe la que ‘cayó’ el miércoles en Praga. Sus tres paradas prodigiosas se suman a las realizadas en los dos partidos anteriores de la Champions League. 

De no haber sido porque desquició a Marco Reus, al que incluso le paró un penalti, el Barça hubiera caído sin remisión en el estreno en Dortmund. El Borussia fue superior, como lo fue el Inter en el Camp Nou durante muchos minutos. Lautaro Martínez marcó solo empezar, pero no tardó ‘Mats’ en tomarse cumplida revancha con el buen delantero argentino. Estiró el brazo hasta límites insospechados para evitar un segundo gol que hubiera puesto el partido cuesta arriba.

Y qué decir de la exhibición en el Eden Arena. El Slavia vio puerta hasta en nueve ocasiones, una barbaridad, y solo Boril, a quemarropa, pudo perforar el muro de Ter Stegen. Con los pies, el cuerpo, las manos... lo para casi todo. El balance en los tres partidos de Champions no deja lugar a dudas, y así se ha encargado el propio Barça de subrayarlo: 14 paradas de 16 chuts entre los tres palos, un altísimo 87,5 por ciento de eficacia. 

Voz y voto en el vestuario

Sin el acierto del gigante teutón, el Barça se encontraría ahora mismo en una situación más que comprometida en la máxima competición continental, y en cambio, es líder de su grupo y acaricia la clasificación para los octavos de final. El contraste es enorme. 

Que un equipo sin tradición en la élite europea le llegue a un candidato al título hasta en 22 ocasiones no es de recibo y por eso Ter Stegen reclama “hablar de algunas cosas” en el vestuario. Tiene voz y voto autorizado entre las cuatro paredes donde toca analizar la situación, pues “hay unas cuantas cosas que mejorar”. La obligada reflexión la  anunció públicamente el guardameta, pero se lleva a cabo de modo interno para reconducir sobre todo los mecanismos defensivos del equipo.

Registros de líder

No es de extrañar que Ter Stegen lo haya jugado todo esta temporada, tanto en la Champions como también en la Liga, donde acumula 316 minutos sin recibir gol. Getafe, Sevilla y Eibar se han quedado con las ganas. 

Ha sido, además, el primero de la plantilla en superar los mil minutos, en concreto suma 1.080, y los que le esperan. Es el salvavidas de un equipo líder en las dos competiciones, pero en el que se han instalado demasiadas dudas.

Marc-André ha calado hondo en la afición no solo por sus intervenciones, muchas de ellas tan inverosímiles que provocan que el delantero rival se lleve las manos a la cabeza, sino también por su manera de ser, capaz de ir a comprar el pan en patinete o de desplazarse en un transporte tan ‘mundano’ como el metro. Posturas que le acercan a la gente común, aunque en el terreno de juego se transforme en un superhéroe.

A sus 27 años, los reconocimientos por fin le están llegando. No de momento con su selección, aferrada sin sentido a un Manuel Neuer al que ya hace tiempo que el de Mönchengladbach le adelantó por la derecha. Solo tres porteros optan al Balón de Oro y uno de ellos es el azulgrana. Los otros, Alisson (Liverpool) y Lloris (Tottenham), serán sus principales rivales en la lucha por el ‘Trofeo Yashin’. Ganarlo sería de justicia para el muro del Barça, la nota positiva de un equipo que, pese a los resultados, no acaba de carburar. Pero ‘Mats’ sí funciona. Y eso que ser portero del Barça no es nada fácil...