Ter Stegen mantuvo vivo al Barça hasta el final

El meta fue clave para llegar al descanso sin encajar evitando los goles de Lemar, Carrasco y Luis Suárez

Discutió con el uruguayo, que se quejó de un golpe que no se produjo: "No me jodas", le dijo a su ex compañero

Ter Stegen evitó un gol ante Luis Suárez

Ter Stegen evitó un gol ante Luis Suárez

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Ter Stegen fue uno de los hombres del partido. Sobre todo en el primer tiempo, en el que fue clave para llegar a la segunda con opciones. El Atlético fue superior durante los primeros cuarento y cinco minutos y el alemán tuvo mucho trabajo, que solventó con garantías. Tras la reanudación, el meta blaugrana prácticamente no apareció. Los rojiblancos llegaron mucho más tímidos.

El meta alemán tuvo trabajo durante el primer tiempo. El Atlético tuvo más ocasiones y merodeó el área de Marc-André mucho más de lo que hizo el Barça la portería de Oblak. El meta blaugrana tuvo que esta siempre pendiente, sin distracciones, de las embestidas de los de Simeone, que atacaron con orden y rigor, aunque sin el acierto necesario para marcharse al vestuario con ventaja en el marcador. Sufrió Ter Stegen, pero mantuvo al equipo dentro del partido con intervenciones clave. Lo hizo ante Lemar a los pocos minutos de arrancar el partido. El francés remató centrado. Más trabajo tuvo con Carrasco, aunque tampoco tuvo problemas. Lenglet evitó un remate que se colaba de Correa y envió a córner antes de la jugada protagonizada por el meta con Luis Suárez. Un balón alto y dividido lo sacó de un manotazo el alemán. Rozó la cabeza de su ex compañero, que se quejó amargamente, de forma exagerada, porque no hubo impacto alguno, algo que Marc-André le recrimó: "No me jodas", le dijo.

El segundo tiempo fue distinto. El Barça, consciente de que necesitaba atacar más, se fue hacia arriba. Más por ganas que por fútbol sólido, pero llegó más. Eso evitó que los colchoneros hicieran lo mismo en el área del meta alemán, que vivió unos segundos cuarenta y cinco minutos mucho más plácidos que los primeros. Fue Oblak quien tuvo más trabajo en el segundo tiempo, mientras Ter Stegen, siempre atengo, miraba desde lejos.