Take Kubo vuelve a la que fue su casa

El día que Kubo asistió a Ansu para que marcara un golazo

 El guineano anotó el 3-0 con una vaselina magistral / sport

Albert Rogé

Albert Rogé

"Take Kubo jugará un día en el Camp Nou”. Esta frase se repetía en las instalaciones de la Ciutat Esportiva Joan Gamper cuando el japonés brillaba en el Alevín A del Barça. Unos años después, la hazaña se cumplirá pero no como todos podían esperar. Take lo hará con la camiseta del RCD Mallorca, enfrentándose al FC Barcelona y cedido por el Real Madrid. Una combinación estrambótica que pocos se hubieran creído hace apenas unos meses. 

De lo acontecido en el último verano ya se ha explicado en numerosas ocasiones. En el Barça creyeron que no se debía hacer un esfuerzo económico por Take y el Real Madrid, que lo seguía desde hacía años, estuvo ágil y cerró su fichaje en pocos días cuando todos lo vestían con la azulgrana. Tras hacer parte de la pretemporada, el conjunto madridista decidió cederlo al Mallorca, donde después de un inicio con poca participación ya se ha convertido en el arma más peligrosa del equipo de Vicente Moreno

AMOR A PRIMERA VISTA

El idilio de Take Kubo con el FC Barcelona empezó cuando el entonces formador Óscar Hernández lo descubrió en la FCB Escola de Fukuoka. El técnico del fútbol base del Barça lo tuvo claro y vio en él un jugador que debía estar en la Masia. Cuando lograron su fichaje por el conjunto azulgrana, el propio Óscar lo ‘apadrinó’ y se encargaba de llevarle al entrenamiento y después devolverlo a su casa. Take vivía al lado del Camp Nou y compartía los 15 minutos de desplazamiento con el entrenador azulgrana. Ahora, el japonés volverá al Camp Nou, pero esta vez, vistiendo la camiseta del Mallorca. “Tendrá un punto de motivación extra en el Camp Nou. Recuerdo una vez que le llevé al estadio y me dijo que algún día le gustaría jugar allí. Lo ha conseguido, aunque no con la camiseta que a mí me hubiese gustado”, confesó Óscar Hernández con cierta tristeza de verlo con otra camiseta. 

UN DERBI CON ESPECTÁCULO

El paso de Take por el Barça fue muy efímero pero dio tiempo a crear mucha expectación. Jugó en el Alevín A que entrenaba Marc Serra y que tenía a Dani Horcas como ayudante. Era una generación de oro. En la portería Arnau Tenas. En la defensa Eric García, Sergi Rosanas, Adrià Altimira o Ivan Bravo. En el centro del campo Guillermo Amor, Nil Fabregó y arriba la dupla Take Kubo y Ansu Fati. Casi nada. Dos de las estrellas emergentes compartieron césped en fútbol siete. Y se entendían a la perfección. Dentro y fuera del terreno de juego. Y con ellos Eric García, el central que tiene Guardiola en el primer equipo del Manchester City. Ese año fue inolvidable para los amantes del fútbol base del Barça. Se enamoraron de esa generación que tanto prometía. Y no tenían mal ojo. 

De esa etapa, todos destacan el partido ante el RCD Espanyol. Es el partido más exigente de la temporada. Y más ese año. En los blanquiazules destacaba Adrià Bernabé. Era buenísimo. El centrocampista le complicó y mucho la vida a los que el siguiente año serían sus compañeros en el Barça.  Recuerdan que la liga estaba muy apretada y había un derbi a falta de pocas jornadas para el final. Era el partido. Y claro, allí es cuando tienen que aparecer los buenos jugadores. La dupla Ansu y Take fue un verdadero quebradero de cabeza para un Espanyol que encajó una manita y vio como los azulgranas terminarían conquistando el título. La sanción FIFA les separó pero hoy se podían enfrentar en el Camp Nou. Sin embargo, unas molestias han dejado a Ansu fuera de la convocatoria. Turno para Take. Para demostrar que se equivocaron al no ficharle. Tiene muchas ganas de demostrarlo. Y lo hará.