El sueño convertido en calvario de Wagué

El lateral senegalés se ha convertido oficialmente, con su cesión al HNK Gorica en su último año de contrato, en la enésima apuesta fallida del Barça para el lateral derecho

La cara más amarga del fútbol se ha cebado con un defensa que, a sus 23 años, deberá continuar su camino de redención en Croacia y en una competición alejada de la élite y los focos mediáticos

¡Moussa Wagué ultima su recuperación!

¡Moussa Wagué ultima su recuperación! /

Jordi Carné

Jordi Carné

Moussa Wagué se ha convertido oficialmente, con su traspaso al HNK Gorica, en la enésima apuesta fallida del Barça para el lateral derecho. Los caminos del club blaugrana y el futbolista senegalés se han separado definitivamente después de cuatro años tremendamente marcados por una grave lesión de rodilla que frustró el “sueño” del jugador de Bignona. No ha podido ser. La cara más amarga del fútbol se ha cebado con un defensa que, a sus 23 años, deberá continuar su camino de redención en Croacia y en una competición alejada de la élite y los focos mediáticos.

Wagué llegó al Barça después del Mundial de Rusia. Aprovechó el escaparate de la Copa del Mundo de 2018, en la que disputó los tres encuentros de la fase de grupos con la selección senegalesa absoluta y se apuntó un gol, para demostrar que, pese a su juventud, estaba preparado para abandonar el KAS Eupen belga y empezar su periplo en Europa. La entidad culé pagó cinco millones por el africano más joven en marcar en una cita mundialista (19 años, 8 meses y 20 días). El objetivo inicial era que tuviera ficha con el filial pero estuviera desde el momento inicial en dinámica del primer equipo.

La primera temporada de Moussa en Barcelona fue satisfactoria. Aunque no pudo debutar hasta el 4 de noviembre –en un partido contra el CD Ebro disputado en el Miniestadi (1-1)– por culpa de una lesión y durante el curso sufrió una sanción de cuatro partidos por golpear a un aficionado que, presuntamente, le dedicó insultos racistas, el lateral derecho disputó 20 encuentros (dos goles y tres asistencias) a las órdenes de Garcia Pimienta y llegó a debutar con el primer equipo. De hecho, Ernesto Valverde le concedió 224 minutos repartidos en tres compromisos de la Liga, contra el Huesca, el Celta y el Eibar. Casualmente, ninguno de los tres finalizó con triunfo barcelonista.

Wagué debutó ante el Huesca con un buen partido

Wagué debutó ante el Huesca con un buen partido / LALIGA

El ostracismo de Wagué empezó en verano de 2019. Lo hizo con una buena noticia: fue ‘subido’ al primer equipo y adquirió el dorsal ‘16’, pero solo disputó un partido de Liga y dos ratos intrascendentes de Champions en la primera mitad de la temporada 2019/20. Fue cedido al Niza en busca de oportunidades para demostrar su valía, pero solo jugó cinco compromisos y, pese a las dos asistencias que realizó, no pudo ganarse su continuidad en la Costa Azul. La opción de compra de 10 ‘kilos’ no fue ejecutada y el Barça tuvo que buscarle otra salida, pues Ronald Koeman no contaba con él. Encontró cobijo en Grecia, concretamente en el PAOK de Salónica.

Cuando parecía que todas las piezas del rompecabezas empezaban a encajar y que Wagué podría disfrutar de una campaña con bastante protagonismo, llegó el fatídico 13 de diciembre de 2020. Durante el derbi contra el Aris de Salónica, el senegalés se estrelló violentamente contra el poste de la portería para evitar un gol y el tendón rotuliano de su rodilla derecha quedó gravemente afectado. Wagué regresó entonces a la Ciudad Condal para iniciar un ‘vía crucis’ que se alargó hasta este lunes 18 de julio, cuando el HNK Gorica anunció su llegada. Durante más de un año y medio, el defensa se ha ejercitado al margen del equipo culé con el objetivo de volver a sentirse futbolista.