La soledad de Dembélé

El tirón de orejas de Luis Suárez a Dembélé

La indirecta de Luis Suárez a Dembélé / PERFORM

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Antes de firmar por el Rennes, Ousmane Dembélé, hizo una llamada en plena madrugada a una persona de confianza que no era su agente. Era una decisión clave en su carrera y buscaba su aprobación. La respuesta fue tajante: había que dar el paso para orientar su carrera a la élite. 

Las razones eran evidentes. El Rennes aseguraba una buena formación y era conocido por dar oportunidades a los jóvenes en el primer equipo. Pero Dembélé le dio vueltas toda la noche. Necesitaba sentirse seguro. Al final escuchó y tiro para adelante con la decisión. Esa misma persona, asegura ahora, que no logra hablar con él desde las semifinales del Mundial entre Francia y Bélgica. También que le cuesta reconocer a ese chico “reservado y amable que escuchaba a su familia”. 

Ocurre a menudo en el delicado trayecto entre el chico de barrio y la estrella millonaria; algunas relaciones se pierden en el camino. Y la herida permanece más tiempo abierta para los que se quedan en el camino.   

En el caso de Dembélé la tormenta llegó con el cambio de representante: de Badou Sambagué a Moussa Sissoko. El primero vivía en el mismo edificio que su familia y compartía pupitre en la escuela con el hermano de Ousmane.

El segundo supuso el gran salto: la nueva vida en el Dortmund y gran tren de su vida: el Barça. Sissoko era un agente con una cartera de nombres importantes como Benatia. Y pronto conectó con las ganas de crecer rápido del delantero.  

Con los dos agentes ha habido un denominador común: la determinación con la que han defendido los intereses del delantero, aunque haya supuesto un pulso con los clubes. Dembélé como en el campo jugó siempre su propio partido. 

Creciendo deprisa

En el Rennes amenazó con irse cuando el club tardó en ofrecerle contrato profesional cuando ya estaba en dinámica de primer equipo. Era 2015, tenía solo 18 años y propuestas del Benfica y el RB Salzbourg.

“Envió un mensaje diciendo que estaba cansado de la situación y que quería dejar el fútbol, por lo que se marchaba a Senegal con su abuela. Fue demasiado lejos”, aseguró Mickaël Silvestre, exresponsable del reclutamiento de jugadores para el Rennes, en el programa ‘SFR Sport 1’. 

El mensaje de Ousmane a su agente fue tajante: ‘solo entreno con ellos, pero no soy un jugador del primer equipo.  Quiero mejorar, ¿pero cómo voy a hacerlo si no juego?’ Fue su madre Fatima la que intervino entonces para que siguiera en el Rennes. Un personaje clave en la vida de Ousmane, sobre todo tras la separación de sus padres. 

Hijo de padre maliense y madre mauritana, Dembélé nació en Vernon porque sus padres se mudaron a Francia buscando trabajo. Gente cercana al francés en sus inicios reconoce la importancia de la figura de su madre durante gran parte de su carrera. Pero también el alejamiento progresivo desde su llegada a Alemania. En Barcelona se ha acentuado esta situación.   

El gran cambio

En Dortmund empieza a cambiar un poco su estilo de vida. Está menos protegido. Y comienza a estar menos centrado. En Barcelona se ha agrandado esa dinámica y los que están a su lado solo le dicen que será Balón de Oro. Si trabajara como Cristiano sería uno de los mejores del mundo”.  

Como ya había ocurrido en el Rennes, en el Borussia terminó declarándose en rebeldía para forzar su salida al Barça. En el campo volvió exhibir un talento formidable con ese juego vertiginoso, a base de amagos y velocidad, que hizo que Tuchel lo viera como un futuro Balón de Oro. Pero también se despide con las críticas de algunos compañeros que lamentan su actitud. 

Un final abrupto para una etapa que recuerda con cariño. Ahí encontró en el entrenador una figura paterna. Tuvo la afición a su lado. Y se sintió cómodo en el vestuario. Descubrió un nivel más alto que en la liga francesa, pero sin la presión que de ahora. En el Barça creen que ni el jugador ni su entorno eran conscientes de la dimensión del club.

Así se lo hicieron ver en la última reunión con su agente. Pep Segura reconoció el encuentro con sus representantes en el programa ‘Què t’hi jugues’. Y también problemas de adaptación. “Dembélé es muy joven y nunca ha tenido que hacer un esfuerzo como el que está haciendo ahora para adaptarse al juego del Barça. Reconocemos que le está costando y él también lo reconoce, pero trabajamos para cambiar esta situación ”.

Su agente cree que se ha exagerado el episodio en el que no se presentó al entrenamiento (y estuvo ilocalizable durante más de una hora). Que Dembélé es un jugador joven y que tiene que seguir creciendo. Pero en el club y en el vestuario sospechan que sigue en su burbuja. Más aún tras unas críticas de las que se ha aislado. Sobre todo con la distancia que supone estar concentrado con la selección francesa. 

Algo parecido ocurre cuando está en Barcelona, donde desconecta en su entorno. En su casa. Con su amigo de infancia Moustapha Diatta y otros compatriotas. Ahí pasa gran parte del tiempo jugando online a videojuegos. Más difícil es su día a día en el vestuario donde, además de no dominar todavía el idioma, es una persona bastante tímida.

Su tendencia a los retrasos y carácter disperso también han jugado en su contra. Con solo 21 años, el éxito fulgurante y la falta de una estructura sólida a su alrededor, amenazan la carrera de un talento perdido en su mundo.