Un sufrido triunfo en Praga para colocarse líderes

El Barça sufrió para ganar en Praga. Aquí tienes el resumen

 Los azulgrana vencieron gracias a un gol de Messi y otro en propia meta de Olayinka / MEDIAPRO

David Boti

David Boti

Suma y sigue en Europa. No sin sufrimiento, el FC Barcelona selló su segundo triunfo en esta Champions League tras doblegar a un correoso Slavia (1-2) gracias a un gol en el tramo inicial de Leo Messi, al magnífico partido de Marc-André Ter Stegen bajo palos y a la fortuna que se alió con los de Ernesto Valverde en el momento más complicado del encuentro para devolverles la ventaja.

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Champions League

1
2
Alineaciones
Slavia
Kolar; Coufal, Kudela, Hovorka, Boril; Soucek, Sevcik; Masopust (Van Buren, m.76') , Stanciu (Husbauer, 76'), Zeleny (Tecl, 46') y Olayinka.
Barcelona
Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets (Arturo Vidal, 78'), De Jong, Arthur (Rakitic, 83'); Messi, Suárez y Griezmann (Dembélé, 68').

Sin la espesa niebla que visitó en los días previos la capital checa y con un estadio a reventar, el partido arrancó con el guion más previsible. Con un Barça dominante llevando la batuta del partido. Avisó forzando un saque de esquina y cuando ni siquiera la grada más ferviente del Eden Arena había calentado la voz, apareció Leo. En el minuto 3, penalizó una pésima salida de los checos, le mandó un balón cruzado a Arthur en la frontal, que se revolvió dentro del área y le devolvió el balón al argentino. El ‘10’, con una tremenda facilidad, resolvía ante Kolar y adelantaba al conjunto blaugrana.

Ese ambicioso plan que aseguraba tener Jindrich Trpisovsky en la previa parecía resquebrajarse, aunque casi en el ecuador del primer tiempo sus pupilos hicieron actuar a Ter Stegen por primera vez. El alemán sacó a contrapié un disparo de Jaroslav Zeleny  que podría haber significado, perfectamente, el empate. El Barça despertó, tímidamente, pero no como para igualar la intensidad de un equipo acostumbrado a luchar los 90 minutos sea cual sea el resultado. En Europa si dejas a tu enemigo con vida, por muy herido que esté, se aferra a la esperanza como sea. Sin tapujos, los ‘sesivani’ salieron a correr imponiendo un sorprendente poderío físico y, en solo dos minutos, obligaron a Ter Stegen a lucirse con dos nuevas intervenciones prodigiosas que le sacó a Lukas Masopust. Los de Valverde empequeñecieron y solo el guardameta alemán evitó un disgusto mayor.

Quisieron volver a tomar el control los culés y De Jong tuvo el segundo al borde del empate con un disparo cruzado desde dentro del área, pero el guardameta checo emuló al alemán del Barça para mantener con opciones a los suyos. Justo antes del pitido del escocés Bobby Madden, lo probó Luis Suárez sin suerte y también el combativo Masopust, que tuvo en sus botas la oportunidad de igualar el duelo por tercera vez, pero su golpeo no vio puerta y con esa acción se llegó al tiempo de descanso.

DE NUEVO EL CAOS

Tras la reanudación, el Slavia volvió a practicar ese fútbol que puede parecer caótico, pero no lo es. La fuerza del bloque checo, con el empuje de una afición inagotable, le sirvió para conseguir su botín a los cinco minutos. Salida en largo que baja Masopust y se la cede al lateral Boril para que, con un disparo certero, supere a Ter Stegen. El Eden enloqueció y, con el partido igualado y la intercidumbre en el horizonte, la fortuna se alió con el Barça pocos minutos después. En una jugada a balón parado, el nigeriano Peter Olayinka metió el balón en el fondo de su propia red tras un remate de Suárez. Respiraba de nuevo Valverde.

Con menos de 30 minutos por delante, el tremendo esfuerzo físico del combinado checo en la primera hora de partido empezó a pasar factura. Messi tuvo el tercero por partida doble. Suárez también pudo sentenciar. El 'Txingurri' dio entrada a Dembélé y también a Arturo Vidal Rakitic para ganar frescura en el centro del campo, pero no funcionó. El Slavia, con más corazón que cabeza, acabó encerrando al Barça y se llevó hasta el límite para mostrar su versión más luchadora. No le bastó y acabó inclinándose ante los culés, que se marcharon de Praga con un sufrido triunfo y, lo más importante, con tres puntos para también ser líder en Europa.