La sinfonía inacabada de Koeman

El Barça cayó ante un RB Salzburg con mucho más rodaje que los blaugrana

El Barça arrancó con un gran fútbol, pero faltaron piernas y sobraron errores

Revive las mejores jugadas del encuentro entre el Salzburgo y el FC Barcelona

Revive las mejores jugadas del encuentro entre el Salzburgo y el FC Barcelona / FCB

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Red Bull Arena recibió al Barça con un ambiente de día grande, de fiesta mayor, de 'gresca i xerinola'. Gente venida desde toda Austria no quiso perderse una cita histórica. Banderas, música, fuegos artificiales, casi 30.000 espectadores sin mascarilla y el toro de Red Bull pasándoselo en grande cuando sonó el himno del equipo local. La envidia por la tristeza de un Camp Nou silenciado no era sana.

RB Salzburg - FC Barcelona
2
1
Alineaciones
RB SALZBURG
Mantl, Ludewig (Kristensen, 46'), Onguene (Piatowski, 46'), Wober (Solet, 46'), Ulmer (Guindo, 46'), Camara (Junuzovic, 46'), Capaldo (Diambou, 46'), Bernede (Seiwald, 58'), Sucic (Aaronson, 46'), Adeyemi (Adamu, 46') y Okafor (Sesko, 58').
FC BARCELONA
Neto, Dest, Araujo (Arnau Comas, 64'), Lenglet (Umtiti, 73'), Jordi Alba (Sergi Roberto, 64'), Sergio Busquets (Balde, 64'), Nico (Braithwaite, 64'), Gavi (Riqui Puig, 73'), De Jong, Griezmann (Demir, 73') y Depay.

La contundencia narrativa de De Jong, la calle iluminada de Busquets, la velocidad creativa de Gavi y la pausa mentirosa de Nico. Estos cuatro argumentos presentó el Barça en un primer tiempo intenso, vistoso y competido en la ciudad de Mozart. También con los errores de siempre, esas pérdidas cuando el equipo está metido hasta la cocina del rival que cuestan goles. Esas desconexiones cuando toca meter el balón en la segunda gradería. Un balón mal combinado entre Dest y Memphis lo recogió el Salzburg y, cuando le llegó a Sucic en la frontal, la puso en la escuadra. Corría el minuto 43. Otra pérdida de Jordi Alba, aún muy justo, no la aprovechó Okafor con toda la portería para él. Podría habérsela llevado a casa. El mismo jugador perdonó solo ante Neto poco antes.

Pero el Barça jugó bien, con tres centrales porque ese el sistema que le sale natural a Koeman, con De Jong metido entre los centrales y con Memphis buscándose la vida arriba junto a Griezmann. El equipo pudo marcar con cabezazos de Lenglet y de Griezmann. Con otra vaselina de Griezmann y, sobre todo, con un disparo de Memphis de rosca que se fue fuera por milímetros tras ganarle la posición en el área a Onguene. Pasaron tantas cosas que el primer tiempo pareció un partido entero. Hay instrumentos para crear una gran sinfonía, pero será obligatorio dejar vicios pasados que impiden tocar el violín con la destreza de un virtuoso.

Sin piernas ni pulmones

De hecho, la segunda parte arrancó como había acabadó la primera, pero ante un rival con ocho jugadores nuevos y con las piernas más frescas. Una desconexión de De Jong dejó solo, afortunadamente, a Okafor. Araujo reaccionó veloz y evitó el segundo. Cada vez que los austríacos, que a estas alturas de la temporada parecen regados con Red Bull, llegaban al área de Neto, Koeman temblaba. Las piernas cargadas de los blaugrana pueden explicar muchas cosas, pero no explican conceder tanto. El técnico reaccionó y metió gasolina de golpe con cuatro cambios. Las piernas pesaban. Balde, fresco, probó desde su casa y obligó a Mantl a enviar a córner. A los diez minutos, tres cambios más. En total, siete. Y el Barça se reencontró con el balón... y la suerte. O eso parecía. Primero porque un disparo de Dest rebotó en Braithwaite y acabó en el empate; segundo porque Forson no llegó a un balón que olía a gol. El empate sabía a gloria, pero el físico le dio al RB Salzburg para un último arreón que acabó en gol de Aaronson. La sinfonía de Koeman aún no está acabada.

Gavi volvió a dejar buenas sensaciones

Gavi volvió a dejar buenas sensaciones / VALENTÍ ENRICH