Un siglo del primer Sevilla-Barça

Paulinho Alcántara fue protagonista de un duelo histórico

Paulinho Alcántara fue protagonista de un duelo histórico / SPORT

David Salinas

David Salinas

Los enfrentamientos entre el FC Barcelona y el Sevilla en Copa llegan al centenario. La temporada 1918-19 se disputó la primera eliminatoria entre ambos equipos y, desde entonces, en todas las décadas (salvo los sesenta y los ochenta), catalanes y andaluces se han cruzado en la competición del KO. El balance es netamente favorable al equipo azulgrana, que ganó dos finales al Sevilla, superó ocho eliminatorias (cuatro el conjunto hispalense) y en una ocasión avanzó el Barça por incomparecencia del rival.

Hay que retroceder prácticamente un siglo para encontrar el primer duelo entre el Barça y el Sevilla. La eliminatoria se jugó en Madrid tras acordarlo así ambos equipos después de que el Barça alegara el alto coste que le suponía desplazarse hasta la capital andaluza en aquella época.

Medió la Federación y, finalmente, se acordó que las semifinales se jugaran en el campo del Athletic madrileño, sito en la calle O’Donnell. Era un Barça emergente, capitaneado por Reguera y con jugadores como Torralba, Sancho, Viñals, Lakatos, Martínez, Alcántara o Garchitorena.

Sin embargo, pese a adelantarse el equipo de Greenwell en el marcador, el Barça sufrió una pájara y llegó a la recta final del duelo en desventaja (2-3). Garchitorena y Alcántara, en los minutos 86 y 88, sellaron un agónico triunfo. Para el semanario ‘Madrid-Sport’ el triunfo azulgrana fue inmerecido porque el Barça “no demostró la fama y valía de que venía precedido, nos produjo la sensación de un equipo fuerte y de peso.

"Protecciones ultra humanas"

Su línea delantera es la mejor, y de sus componente, Viñals, Lakatos y Alcántara, son tres elementos dotados de una gran serenidad, propia solo de profesionales ingleses. El equipo, en conjunto, jugó poco, no mereciendo el triunfo por su juego”.

Dos días después se jugó la vuelta en el mismo escenario y las cosas empezaron de forma inquietante para el Barça, como se reflejó en ‘Catalunya Sportiva’: “protecciones ultra humanas velaban por el Sevilla, haciendo que su meta parara en toda suerte de posturas las acometidas de sus contrarios”.

Sin embargo, tras la reanudación, el Barça rompió el maleficio y Alcántara, en 22 minutos, se apuntó un hat-trick que derribó la resistencia del cuadro andaluz. El Barça, de todas formas, cayó en la final, en Madrid, ante el Arenas (5-2) en un partido que decidió la prórroga así como una muy discutida actuación del colegiado Julián Ruete, del que se llegó a decir en la prensa catalana que fue “juez y parte”.

Otra vez en Madrid

En la temporada siguiente se repitió la eliminatoria, también en semifinales, y el Barça volvió a plantear el duelo en Madrid para evitar gasto y cansancio. La Federación dio nuevamente luz verde a la fórmula de jugar a medio camino pero el Sevilla se negó en esta ocasión. Alegó que no podía privar a su parroquia de la visita de un equipo de campanillas como el azulgrana. Y se retiró del torneo como protesta. Fue multado con 1.000 pesetas.

El acceso a la final fue plácido para el equipo catalán, que se impuso en El Molinón al Athletic por 2-0. Una final que pasó a la historia como la del penalti ‘Beltrán de Lis’, el nombre del colegiado, que anuló un gol de penalti anotado por Laca por adelantarse Germán Echevarría y entrar dentro del área antes de tiempo… El árbitro, años después, reconoció su error, como recordó que nadie protestó “hasta que en el segundo tiempo a los catalanes se les ocurrió hacer dos goles y vino el desengaño”.

El Divino

El primer Sevilla-Barça de Copa jugado en la capital andaluza (12 de marzo de 1922) se disputó en el estadio Reina Victoria y el equipo de Samitier se impuso por la mínima (0-1). El Sevilla, al final, erró un penalti gracias a uno de los trucos de Zamora, desvelado en ‘Stadium’: “Zamora, el inconmensurable, fértil en recursos, gallardo y calavera, nos ha salido a última hora con una cualidad más, interesantísima a más no poder. Faltaban pocos minutos para que terminara el partido, 10 para ser exactos. Planas incurrió en falta y Cárcer castigó a los nuestros con penalti. Se disponía Spencer a lanzar el patadón que había de dar el empate a los sevillanos, mas Zamora, sin inmutarse, dirigiéndose a Kinké Armet, le dijo: “¡Cinco duros a que no lo entras!”. Sonó el silbato, «shootó» Kinké y la pelota fue fuera. Así, por una genialidad de Zamora, nos libramos del empate. ¡Es mucho hombre! ¡Hasta psicólogo!”.

En Les Corts, el Barça ganó 7-1. Esa temporada (1921-22) el Barça sumó su quinto título de Copa al derrotar en la final de Vigo al Real Unión (5-1).