Un siglo del homenaje a Brú y Reguera

Lluís Brú y Eduard Reguera el día que fueron homenajeados por el FC Barcelona el 19 de octubre de 1919

Lluís Brú y Eduard Reguera el día que fueron homenajeados por el FC Barcelona el 19 de octubre de 1919 / Badosa (Foot-Ball)

David Salinas

David Salinas

Hoy sábado 19 de octubre de 1919 se cumple un siglo del primer doble homenaje que el FC Barcelona tributó a dos grandes jugadores que defendieron el pabellón azulgrana: Lluís Brú y Eduard Reguera. La muestra de respeto y admiración hacia ambos tuvo lugar el domingo 19 de octubre de 1919, aunque la jornada de honor se había anunciado dos semanas antes, el día 5. Qué mejor día para recuperar el nombre de dos valientes y queridos futbolistas que escribieron capítulos imborrables en la historia del Barça, hoy olvidados y arrinconados en los profundos sótanos de la memoria.

Seguramente, el homenaje a Brú Reguera fue el más duradero en el tiempo. Fijado para el domingo 5 de octubre de 1919 en el campo del carrer Indústria contra uno de los equipos más en forma del momento, el FC España, la cita fue suspendida por la pertinaz lluvia que cayó en Barcelona y dejó el terreno de juego impracticable.

Tampoco se pudo jugar en siguiente fin de semana al concertar la FCF un amistoso entre las selecciones de Catalunya y Guipúzcoa que, igualmente, fue suspendido por la amenaza de lluvia y la escasa venta de entradas como consecuencia de las inclemencias meteorológicas.

Finalmente, dos semanas después, el domingo 19 de octubre, la afición azulgrana regaló ruidosas y sostenidas ovaciones a Brú y Reguera. El primero, guardameta, que no había cumplido los 27 años, dejó el Barça para seguir su carrera en el Internacional y en el Badalona.

El segundo, defensa, colgó las botas sin llegar a los 28 años. El partido tuvo que celebrarse a las 11 horas y no por la tarde para no restar concurrencia de público a las finales de los Campeonatos Atléticos de España que se celebraron en Barcelona.

Héroe en 1916

Lluís Brú Masipó (Barcelona 1892-1972) empezó jugando de defensa y fichó por el segundo equipo del Internacional para desempeñarse en la zona ancha, de medio izquierdo. La temporada 1912-13 fue cuando pasó a ocupar el marco, revelándose como un gran meta. Tras un breve paso por el Espanyol en 1913, recaló en el Barça, equipo con el que se proclamó campeón de Catalunya 1915-16 y 1918-19. 

Brú brilló en las semifinales de Copa de 1916, contra el Real Madrid (6-6). Detuvo dos de los tres penaltis que le lanzaron. El primero se lo paró a Santiago Bernabéu y el segundo a Eulogio Aranguren… ¡con la cabeza! El semanario Foot-ball calificó su intervención de “archiextrasuperiormente” para añadir, por sus aciertos, que “con sus divinas manos hipnotiza el balón y lo detiene”. 

De hecho, fue uno de los pioneros en el arte del blocaje. Llegó para cubrir el hueco dejado por el gran Lluís Renyé y cuando se fue del Barça dejó paso a otro mito: Ricardo Zamora. El 12 de mayo de 1929 volvió a recibir un homenaje, ahora en el campo de Les Corts. Su hermano Josep, también portero, jugó un partido amistoso el 28 de enero de 1917 contra el Stadium (3-0). Lluís Brú igualmente, se distinguió como un especialista en las carreras de vallas.

Baluarte

Eduard Reguera Andreu (Barcelona 1891-1977) jugó partidos oficiales con el Barça durante cinco años, entre 1914 y 1919. Empezó jugando en un equipo escolar alemán de extremo derecho para hacer un paréntesis de seis años. Volvió como jugador del España en 1909, debutando en el primer equipo, ya como defensa, en 1911.

Reguera fue un zaguero sólido y respetado, llegando a ser capitán del equipo. Fue campeón de Catalunya con el equipo rojo la temporada 1912-13. En marzo de 1914 se incorporó al Barça, con el que volvió a saborear el campeonato de Catalunya 1915-16 y 1918-19. Siguió unos años como segundo entrenador.

La despedida de Brú Reguera hubiera sido perfecta si ambos hubieran dicho adiós a la afición del Barça como campeones de España. Sin embargo, el equipo de Jack Greenwell perdió la final del 18 de mayo de 1919, en Madrid, contra el Arenas por 5-2 en la prórroga. Un resultado que en octubre todavía causaba indignación en el barcelonismo por la parcial actuación del árbitro, Julián Ruete.

Basta leer algunos pasajes que le dedicó la prensa: “Ruete, el de los clásicos amaños, embuchador de plebiscitos, arbitra el partido y atropella con su ignominiosa actuación al equipo representativo de Catalunya” (Foot-Ball). Incluso el comedido Paulino Alcántara, años después, habló de atropello y cargó contra el árbitro.