Sergiño Dest, el 'nuevo' extremo derecho

Con la defensa de tres centrales, jugó más que nunca de carrilero. En el segundo tiempo volvió a su posición habitual

Tuvo mucha presencia en ataque en la primera parte, llegó al área de Osasuna y realizó centros de mérito

Dest hizo una magnífica primera parte

Dest hizo una magnífica primera parte / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

Koeman tiene una máxima. Lo que funciona no se toca. Por eso volvió a repetir la defensa de tres centrales y dos 'carrileros' que tan buen resultado le dio ante el Sevilla. Y en ese dibujo estaba como titular uno de los jugadores más discutidos de la plantilla azulgrana esta temporada: Sergiño Dest. El holandés volvió a gozar de otra oportunidad, prueba inequívoca de que Koeman confía ciegamente en él. Muy poco tiempo tardó Dest en demostrar de qué iba a ir su partido. Muy abierto en banda derecha, muy adelantado a Mingueza, el central diestro, y con mucho, mucho espacio delante de sus ojos.

De hecho, en los primeros compases de este Osasuna-Barça, Dest empezó siendo el jugador más activo y con más protagonismo. Inició varios contragolpes y se atrevió a llegar a la línea de fondo para centrar con peligro. Su pareja de baile, Manu Sánchez, lo pasó mal con la actividad febril de Dest.

Es lo que se le pide al holandés, que sea valiente, que encare, que arriesgue en el uno contra uno. Otra cosa muy diferente es el porcentaje de aciertos, pero si lo intenta, ya es loable. Ciertamente, Dest hizo una notable primera mitad, porque, además, también estuvo muy atento en tareas defensivas, algo en lo que le falta contundencia. Se movió muy bien para facilitar líneas de pase a sus compañeros y llegó con mucha faciliad a la portería de Osasuna.

Regreso al pasado

La segunda parte fue otra cosa. Koeman cambió de sistema con la entrada de Dembélé por Umtiti. El Barça regresó al pasado más cercano: la defensa de cuatro. Mingueza se incrustó en el centro con Lenglet y Dest regresó al lateral derecho con más responsabilidades defensivas. Obviamente no pudo jugar con la misma alegría exhibida en la primera parte, pero cuando pudo no dudó en correr por su carril y crear peligro. A los 56 minutos pisó área navarra y soltó un duro disparo que salió a saque de esquina.

Siguió haciendo buenos movimientos para crear líneas de pase y ayudar en ataque y esa vez hay que decir en su honor que no cometió tantos errores como en otros partidos. Al menos no regaló ningún balón y estuvo muy atento en el repliegue defensivo. Un buen partido el suyo. Y es justo reconocerlo así.