EL MARCAJE

Sergi Roberto se consolida como alternativa al pivote defensivo

El azulgrana Sergi Roberto aprovechó su titularidad en el Barça-Almería para intentar ganarse la confianza del cuerpo técnico y demostrar que puede ser una interesante alternativa para el pivote defensivo

Sergi Roberto cuajó un partido interesante

Sergi Roberto cuajó un partido interesante / sport

Alfonso Callejas

Sergi Roberto sigue reinventándose. El joven canterano del FC Barcelona volvió a aprovechar este miércoles los minutos concedidos por Luis Enrique para reivindicarse como una seria alternativa al once titular que maneja el 'staff' técnico al desempeñarse como pivote. Una demarcación que ya ocupó el pasado 14 de marzo ante el Eibar en Ipurúa.

A pesar de ser uno de los futbolistas de la primera plantilla que ha contado con menos minutos a lo largo de la presente temporada, Sergi Roberto parece dispuesto a aceptar su nuevo rol sobre el terreno de juego y ante el Almería volvió a demostrar que está perfectamente capacitado para desempeñarse como pivote defensivo, a pesar de partir, a priori, como tercera opción por detrás de hombres como Sergio Busquets o Javier Mascherano

Ante el Almería Sergi Roberto firmó un partido muy serio. Mantuvo la posición en todo momento para equilibrar al equipo, ubicado por detrás de Xavi y Rakitic, y cayó a banda cuando las circunstancias lo requerían para hacer la cobertura tanto a Alves como Adriano, ya que Sergi Barjuán blindó el centro del cuadro andaluz y planteó sus principales armas sorpresivas en acciones por los costados. 

Debido a la alta responsabilidad de su posición sobre el césped Sergi Roberto apenas se prodigó en sus ya conocidas incorporaciones y llegadas desde segunda línea, por lo que apenas pudo probar fortuna de cara a puerta desde media distancia o intentar trazar algunos pases definitivos para sus compañeros.

Por contra, el canterano azulgrana enlazó con facilidad junto a los interiores del equipo y no rehuyó el contacto ante los futbolistas del Almería actuando siempre, eso sí, con mucha inteligencia, cortando algunas peligrosas transiciones sin cometer prácticamente ninguna infracción y evitando las amonestaciones del colegiado.