Una sequía goleadora sin precedentes

El Barça viaja este martes rumbo a Múnich para medirse al Bayern en el Allianz. Los blaugrana depende de sí mismos para estar en octavos, aunque, para ello, están obligados a ganar. Sumar los tres puntos les permitiría no estar pendientes de lo que ocurra en el Benfica-Dinamo de Kiev que se juega en Lisboa. El problema es que, para ganar, hay que hacer goles y la sequía que atraviesa el conjunto de Xavi es dramática y, en Europa, no tiene precedentes.

Los blaugrana solo han sido capaces de marcar dos goles en las cinco jornadas previas de la fase de grupos, uno en cada uno de los partidos jugados ante el Dinamo. Gerard Piqué marcó el único gol de la victoria ante los ucranianos en el Camp Nou y Ansu Fati hizo lo mismo en Kiev. Ni ante el Benfica en Portugal (3-0) ni en casa (0-0) el equipo vio puerta. Tampoco ante el Bayern en el Camp Nou (0-3).

Por ejemplo, en LaLliga son los peores registros desde la temporada 2003-2004, cuando, como este año, el Barça se ha quedado en blanco en cuatro de las dieciséis jornadas disputadas, algo que no ocurría desde entonces. De los 25 encuentros jugados en todas las competiciones, el equipo no ha visto puerta en siete de ellos, una anomalía que urge reconducir para empezar a reaccionar en el torneo de la regularidad y, por supuesto, también en Europa. Los 23 goles ligueros, por si fuera poco, son la cifra más baja desde esa misma temporada, cuando se habían marcado 19 a estas alturas.

Más allá de las bajas importantes en ataque, al equipo le está costando también crear ocasiones, así que el problema es tanto individual como colectivo, pese a que desde la llegada de Xavi al banquillo los futbolistas están mostrando otro tono a nivel ofensivo. En los últimos cuatro encuentros, cuatro goles, tres de ellos en La Cerámica ante el Villarreal. De hecho, en los últimos tres partidos en el Camp Nou (Espanyol, Benfica y Betis) el Barça solo ha marcado un gol de penalti, obra de Memphis.

Memphis, mejor con Holanda

Memphis es el máximo goleador del equipo con ocho tantos, todos ellos en LaLiga porque aún no ha sido capaz de estrenarse en Europa, algo que se antoja imprescindible para que el Barça gane en Múnich. El neerlandés ha jugado 20 partidos completando un total de 1.785 minutos, por lo que marca cada 223 minutos. De los ocho goles, tres han sido desde los once metros.

De hecho, sus cifras en el Barça son peores que las que ostenta como referente en ataque de la selección holandesa desde que viste la camiseta blaugrana. Con la 'Oranje', desde que aterrizó, ha jugado once partidos en los que ha marcado doce goles. O lo que es lo mismo: anota cada 79 minutos. Eso sí, cinco de los goles internacionales han sido de penalti.