Preocupante sequía goleadora de Griezmann: nueve partidos sin marcar

El delantero francés, a punto de igualar su peor racha de cara a portería

Más allá de las cifras, el atacante no está siendo capaz de liderar el proceso de reconstrucción en el que se encuentra el Barça

Tampoco fue la noche de Griezmann: sus ocasiones ante el PSG

Tampoco fue la noche de Griezmann: sus ocasiones ante el PSG / MEDIAPRO

Jordi Carné

Jordi Carné

A principios de febrero, Antoine Griezmann vivió en el Nuevo Los Cármenes su mejor noche como azulgrana. El francés fue clave, con dos goles y dos asistencias, en la remontada del Barça frente al Granada que permitió a los de Ronald Koeman clasificarse para las semifinales de la Copa. Fue el delantero decisivo y diferencial por el que el club culé apoquinó 120 millones de euros el verano de 2019. Fue el Griezmann que todo barcelonista anhelaba ver.

Desde esa exhibición, sin embargo, la luz del francés se ha ido extinguiendo paulatinamente hasta el punto que lleva nueve partidos sin ver portería. No marcó en ninguno de los encuentros de las eliminatorias de Copa y Champions contra Sevilla y PSG, respectivamente; en Liga acumula seis jornadas sin celebrar ningún tanto –Betis, Alavés, Cádiz, Elche, Sevilla y Osasuna–, aunque en el Sánchez Pizjuán no saltó al césped. Las cifras son demoledoras: ya son 639 minutos de sequía.

Griezmann está muy cerca de igualar su peor racha goleadora, que también la firmó como culé. Entre el final de la temporada pasada y el comienzo de la actual se pasó 10 enfrentamientos (697 minutos) sin ver puerta. Para encontrar otros números parecidos a estos nos tenemos que remontar al curso 2012/13, cuando todavía defendía los colores de la Real Sociedad y no se había consagrado en la élite futbolística. En el Atlético, donde comió en la misma mesa que Leo Messi y Cristiano Ronaldo –según palabras suyas, no de un servidor–, nunca estuvo tanto tiempo sin marcar.

La asistencia salvadora a Gerard Piqué para llevar a la prórroga las semifinales de la Copa es el único punto positivo de un alumno que lleva tiempo sin estar a la altura de sus capacidades.

Comparaciones odiosas

El fútbol, caprichoso, vuelve a poner en el punto de mira a Griezmann. Exactamente en el mismo momento en el que Haaland y Mbappé están maravillando en Europa, él no está siendo capaz de capitanear el proceso de reconstrucción en el que se encuentra el Barça, necesitado de liderazgos y con el objetivo de volver a ser competitivo en el máximo nivel entre ceja y ceja. Está muy comprometido con el equipo y sus objetivos, no negocia la intensidad en ningún momento, su aportación defensiva es incuestionable y de vez en cuando se vislumbran destellos de ese atacante que no hace tanto tiempo fue admirado en Madrid… pero no marca las diferencias cuando más se le necesita.

Esta temporada, el ‘principito’ ha anotado 12 tantos y ha repartido 11 asistencias en los 38 compromisos que ha disputado entre todas las competiciones. El balance global no es excesivamente malo; de hecho, es el segundo futbolista más goleador de la plantilla, solo superado por Messi, y comparte con el argentino y con Jordi Alba la primera posición de la lista de asistentes. Más allá de los guarismos, no obstante, es innegable que cuando ha llegado la hora de la verdad no ha conseguido brillar con luz propia. Y esto, claro está, no ha ayudado a un Barça que por primera vez desde 2007 no se ha colado entre los ocho mejores clubes del continente.