¡El Sao Paulo le debe 3 millones de euros a Dani Alves!

Son 18 millones de reales brasileños, o sea, unos 3 millones de euros acumulados en impagos en el Sao Paulo a lo largo de dos años. Dani Alves se armó de razones y su tolerancia con el club del que es aficionado desde su infancia por influencia paterna llegó al limite. Y ante el ninguneo y las pocas ganas de llegar a un acuerdo digno por parte de la directiva que dirige Julio Casares, el ex del Barça se plantó, dijo un 'hasta aquí hemos llegado y muchas gracias' y decidió dejar el Tricolor Paulista, donde jugó durante los últimos 24 meses.

Y, como no ha alcanzado el límite de siete partidos disputados en el Brasileirao (por culpa de una lesión y porque se fue a los Juegos de Tokio a conquistar el oro olímpico), el bueno de Alves puede fichar por el que club de su país que más le apetezca . Ahora mismo, este es el escenario más plausible para el lateral de 38 años, que acaba de participar con la Seleçao, en la triple jornada de clasificación para Catar 2022. Ofertas seguro que no le faltarán.

Permanecer en Brasil le asegura seguir dentro del radar de observación de TIte ya que su obsesión es estar en el próximo Mundial. Además podría volver a jugar casi sin paréntesis, lo que permitiría estar en la convocatoria que su seleccionador dará el viernes para la triple jornada de octubre. La temporada sudamericana finaliza en diciembre, por lo que estaría apto para la ventana invernal del fútbol europeo.

Dani ha cumplido con el Sao Paulo. Sus números son irreprochables desde agosto de 2019: disputó la friolera de 95 partidos jugados, (lo que explicita su extraordinaria condición física) con 10 goles y 15 asistencias. Con el 10 a sus espaldas, durante gran parte de su estancia en el Morumbi ha actuado como un organizador del juego ofensivo. Y ha sido capaz de mantener unos números muy parecidos a los del PSG, su último club en Europa, con los que acumuló 76 encuentros, 8 tantos y 16 asistencias, entre las temporadas 2017/18 y 2018/19.

Además, ayudó a su club a romper una sequía de títulos de ocho años del Tricolor paulista iniciada con la Copa Sudamericana 2012. En mayo, venció el Campeonato Paulista, derrotando en la final al Palmeiras, vigente campeón del torneo, de la Copa Libertadores y la Copa do Brasil. Y, de esta manera, cumplió con la tradicional de ganar títulos en todos y cada uno de los clubes en los que ha pasado. El futbolista más laureado de la historia alcanzó los 42 entorchados con el oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Tokio (segundo es Leo Messi con 38 tras ganar la Copa América).

QUERÍA SEGUIR EN EL SAO PAULO

Dani no fue quien empezó la guerra con el Sao Paulo. Siempre llevó con muchísima discreción los atrasos en sus emolumentos. Cuando expuso la situación por primera vez, en Yokohama, la noche en que ganó la medalla de oro, su club llevaba meses filtrando los atrasos y exponiendo la dificultad de afrontar los pagos.

Las fugas comunicativas de la dirección del Tricolor paulista y la nula predisposición a encontrar soluciones plausibles para las dos lados empezaron a agrietar la relación. Y su club empezó a tirarle la torcida encima en un momento deportivo delicado, con la eliminación en cuartos de final de la Libertadores contra el Palmeiras y las nulas opciones de título en el Brasileirao.

A pesar de todo, Alves confiaba en reconducir la situación y nunca se planteó cambiar de aires. Un ejemplo de ello es que no forzó su salida diez días antes, cuando aún estaba abierta la ventana de contrataciones en las principales ligas europeas. Monchi lo había tanteado para incorporarse al Sevilla.