Los salarios de los jugadores crecieron un 61% en solo cuatro años

A través de su CEO, Ferran Reverter, el Barça presentó este miércoles los resultados obtenidos en una 'Due Diligence' que se venía llevando a cabo en los últimos meses. Uno de los aspectos que explican la difícil situación económica y deportiva del Barça es la gestión de la Junta de Josep Maria Bartomeu con la masa salarial del primer equipo masculino de fútbol, una partida que creció en un 61% entre la temporada 2016-17 y la 2020-21.

Reverter mostró en primera instancia una diapositiva en la que aparecían detallados los números. En la 2016-17, el Barça tenía una masa salarial de 471 millones, cantidad que ascendió a 667 en la 2017-18. Al año siguiente, ésta se elevó hasta los 722, y continuó subiendo en la 2019-20 (759). En el último curo, los salarios alcanzaron los 793 'kilos', una cantidad un 61% mayor que los 471. Además, de no haber puesto medios para cambiar dicha tendencia, la previsión de cara al próximo curso era de 835 millones en masa salarial, lo cual habría supuesto un 108% del presupuesto del club.

300 MILLONES POR CURSO... ¡CON SOLO CUATRO JUGADORES!

El CEO azulgrana puso como ejemplo los casos de Messi, Griezmann, Coutinho y Dembélé. Solo con los salarios de estos cuatro jugadores, el Barça tuvo que hacer frente a casi 1.400 millones de euros en sueldos en los últimos cuatro años. Es decir, más de 300 'kilos' por curso. ¡Y solo entre cuatro jugadores! Hay que recordar que el Barça fichó en ese tiempo a tres de los cinco jugadores más caros de su historia: Coutinho, Griezmann y Dembélé.

En su discurso, Reverter recordó que otros clubes de dimensión similar a la del Barça tienen una masa salarial de entre un 30 y un 50% inferior a la de la entidad catalana, algo que dificulta las negociaciones con los jugadores a la hora de buscarles una salida o de alcanzar un acuerdo de renovación.

PIRÁMIDE INVERTIDA

Por último, el directivo culé denunció que la junta anterior llevara al club a la denominada 'pirámide invertida' en salarios. Los jugadores más veteranos tienen contratos largos y en los que a cada año que pasa cobran más, mientras que los jóvenes tienen contratos cortos, situación que debería producirse totalmente al revés.