Ronaldo se hace fuerte en el Valladolid

A principios de septiembre de 2018, Ronaldo Nazario de Lima se convirtió en presidente del Real Valladolid. Había comprado el 51 por ciento de las acciones tras una inversión que rondó los 25 millones de euros, en una operación que también le obligaba a asumir la deuda del club, cifrada en torno a los 30 millones. 

En su primer discurso como presidente del Valladolid, Ronaldo prometió poner en marcha un proyecto “competitivo, transparente, revolucionario y social”. 

Dos años después, Ronaldo ha ampliado su presencia accionarial: ya es dueño del 72,7 por ciento del club. Ha transformado radicalmente el club, sobre todo en lo referido a las instalaciones, aunque también en lo deportivo. Esta temporada, el Valladolid ha dejado de ser el equipo con más cedidos para empezar a fichar a jugadores en propiedad. La estrategia la trazó Ronaldo y la aplicó el director deportivo, Miguel Ángel Gómez: se trataba de aprovechar la crisis económica del coronavirus para comprar jugadores a un precio más bajo de lo normal.

Entrenador y director deportivo, reforzados

Desde su llegada, hace más de dos años, Ronaldo ha mantenido y reforzado al entrenador, Sergio González, y a su director deportivo, Miguel Ángel Gómez.

El pasado 14 de diciembre, la junta de accionistas aprobó que Ronaldo recibiese un sueldo como presidente, una cantidad no especificada y que será “determinada por el consejo de administración, en conformidad con el presupuesto de cada temporada”, según el club. 

También se reformó el consejo de administración, que queda reducido al círculo más cercano a Ronaldo: además del presidente, las decisiones las tomarán el catalán David Espinar y el francés Matthieu Fenaert. Llamativa fue la salida del consejo de Carlos Suárez, el anterior presidente y que había ejercido de máximo ejecutivo durante el primer año de Ronaldo en la presidencia. 

Sus hombres de confianza

La representación institucional la ejerce David Espinar, hombre de máxima confianza de Ronaldo, y la deportiva cae en manos del director deportivo. El club estuvo a punto de nombrar como portavoz al ex jugador Borja Fernández, pero su implicación en el ‘caso Oikos’, del que luego fue absuelto, frenó su incorporación. 

Otro frente que tiene abierto Ronaldo en Valladolid tiene que ver con el estadio, el José Zorilla. El año pasado, Ronaldo invirtió 2,7 millones de euros en unas obras que permitieron eliminar el foso (era el único estadio de Primera que aún lo conservaba) y ganar 1.594 localidades de aforo. Ahora su intención de comprar el campo (el Valladolid juega como alquilado en el Zorrilla, propiedad del ayuntamiento), pero las cifras que pide el consistorio le parecen excesivas: 8 millones de euros por el suelo y 13 por el estadio, 21 ‘kilos’ que Ronaldo no parece dispuesto a asumir. 

Batalla inmobiliaria

En el terreno puramente inmobiliario, Ronaldo también planea construir una ciudad deportiva en el barrio pucelano de Pinar del Jalón, pero los terrenos en los que se iban a levantar las instalaciones son demasiado porosos y necesitan una reforma por valor de unos dos millones de euros. 

Sin embargo, en Valladolid saben que el ‘proyecto Ronaldo’ no será eterno. A la afición no se le escapa que el ex jugador brasileño venderá sus acciones cuando encuentre un comprador que esté en condiciones de ofrecerle más de lo que él invirtió en su día, aunque no a corto plazo: de momento, Ronaldo continuará al frente del Valladolid al menos cuatro temporadas más, según los cálculos que ha dibujado junto a su círculo más cercano.