Rodrygo 2020

El Barcelona pretende llegar a un acuerdo con el Santos, con pagos diferidos, y dejar el futbolista dos o tres temporada en Brasil

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El Barcelona ya ha diseñado la estrategia para atar a Rodrygo Goes, la joya del Santos FC. La presión de los grandes clubes europeos, principalmente de la Premier con mucho apetito y un robusto músculo financiero, y la realidad del mercado sudamericano marcarán los valores financieros que el Barça destinará para el extremo santista, un futbolista que, a los 17 años, apunta a ser un futuro crack. 

En su globalidad, el traspaso del ‘Rayo’, como apellidan a Rodrygo, podría rondar los 30 millones de euros. El Barcelona se plantea atar a corto plazo al futbolista, que no incorporaría hasta 2020 o 2021.  En un futbolista de su potencial, en teoría, no habría una cesión previa a Europa. Su camino sería de la Vila Belmiro al Camp Nou sin previa escala.

Aún no ha habido contacto entre clubes, pero la intención del Barça es bloquear, cuanto antes, el futuro del joven extremo, para evitar que cualquier otro club europeo pueda entrometerse. En 2017, el Liverpool estuvo muy cerca de cerrar su traspaso, que solo podía ejecutarse en enero de 2019 cuando cumpla los 18 años. 

El contrato de Rodrygo se extiende hasta julio de 2022 con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros. Como el propio jugador mantiene el 20% de sus derechos económicos, en caso de una compra sin negociación, el Santos ingresaría 40 millones de euros (los 10 restantes serían para el futbolista). La intención blaugrana es reducir, como mínimo, más 10 millones destinados al Santos hasta alcanzar aproximadamente los 30 millones que pueden hacer viable el fichaje. Este escenario presupone que el futbolista renunciaría a lo que le tocaría de traspaso.

Con los recursos financieros limitados para nuevas contrataciones, la secretaria técnica blaugrana ni se plantea afrontar, de una sola vez, el pago por Rodrygo, que es una apuesta estratégica del club a medio, o incluso largo, plazo.

el Barcelona trabaja con la idea de realizar pagos diferidos a lo largo del tiempo que Rodrygo permanezca en el Santos. Este será, sin duda, el principal obstáculo a la hora que se entablen la negociación entre clubes. 

El Peixe se encuentra en una situación financiera catastrófica y es consciente que la única salida para obtener ingresos, de forma inmediata, es la venta del activo que tiene mayor mercado en el futbol europeo. La depreciación del real, la moneda local brasileño, es un elemento para que los dirigentes santistas deseen un acuerdo rápido.

Para llevar a cabo una operación de estas características, es imprescindible contar con la complicidad del futbolista, y de su entorno profesional y personal. Y en ese sentido, el Barça ha hecho sus deberes, avanzándose a las otras ‘novias’ europeas que Rodrygo tiene. En este sentido, André Cury, el hombre de la secretaría técnica para el mercado sudamericano, se ha movido ágilmente. 

El ejemplo más evidente fue lo que el internacional sub-17 afirmó la semana pasada en un acto publicitario del Santos FC: “Jugar en el Barcelona es un sueño”, dijo sin tapujos. El viaje a Barcelona de Eric Goes, el padre del candidato a astro, y del agente del futbolista, que SPORT publicó en portada, muestran cómo el club está trabajando diligentemente. 

PAULINHO Y VINICIUS JR. marcan el camino

Un año atrás el Barcelona estaba dispuesto a invertir 30 millones de euros por Vinicius Jr., la estrella emergente del Flamengo. Las negociaciones estaban bien encaminadas, hasta que Florentino Pérez entró como un elefante en una cacharrería y decidió pagarlo nunca visto: 61 millones de euros (45 millones de la cláusula de rescisión y 16 millones más de pornográficas comisiones) por un ‘menino’ que ni siquiera había debutado en el futbol profesional

Vinicius Jr. cumplirá 18 años en junio, cuando aterrizará en el Bernabéu habiendo quemado etapas de formación, porque Florentino impuso que jugara en el primer equipo del Flamengo.

Semanas atrás, hubo otro traspaso que sacudió el mercado brasileño. La venta de Paulinho, la última gran revelación del Vasco después de Coutinho, al Bayer Leverkusen, que desembolsó 20 millones de euros. El club carioca, además, consiguió arañar el 10% del valor de una futura venta.

Vinicius Jr. y Paulinho son los máximos exponentes de la generación del 2000. En condiciones normales, sin la intromisión de Florentino, habrían sido vendidos por 30 y 20 millones respectivamente. 

Rodrygo capitanea la quinta del 2001. Los técnicos blaugranas consideran que es más jugador que Vinicius.