Rivaldo: límite 48 horas

El Barça cerró su fichaje en los dos últimos días del mercado pagando los 4.000 millones de pesetas de su cláusula

La insistencia de Van Gaal en firmar a un zurdo y el adiós precipitado de Ronaldo afectó, de forma indirecta, al Deportivo

Rivaldo, límite 48 horas

Rivaldo, límite 48 horas / Sergi Graell

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Louis van Gaal había avisado:“Esperaré hasta el último minuto del día para que venga un jugador”. El técnico holandés inisitió mucho para que el club lograse el fichaje de un zurdo con el que completar una plantilla que ese mismo verano, el de 1997, había perdido a Ronaldo, que se fue al Inter de forma abrupta y precipitada.

Los italianos habían dejado en caja 4.000 millones de pesetas tras pagar su cláusula de rescisión días después de haber pactado su renovación. Esa es, pese a todo, otra historia, aunque la de Rivaldo arranca, precisamente, gracias a la necesidad de Van Gaal y los millones del Inter. Poco podía esperar Augusto César Lendoiro que todo aquel lío entre Milán y Barcelona acabaría afectando directamente al club del que ejercía como presidente, el Deportivo de la Coruña, que vio como, en menos de 48 horas, perdió a su gran estrella, autor de 21 goles la temporada anterior.

El jueves 14 de agosto, un día antes del cierre del mercado, Josep Maria Minguella, llamó a su cliente, Rivaldo, para comunicarle la oferta del Barça. El brasileño no necesitó meditar demasiado su decisión y ordenó a su representante que lo pusiera todo en marcha y, justo después, reservó un billete de avión a Barcelona. Esa misma noche disputó su último partido con los gallegos, el trofeo Teresa Herrera. Al día siguiente no se presentó al entrenamiento matutino previsto por el técnico, Carlos Alberto Silva, tal y como le había comunicado. El CampNou le esperaba. A las 7:45 del viernes 15 de agosto tomó un avión desde Santiago de Compostela rumbo a El Prat.

Desde allí se dirigió a la clínica Asepeyo de Sant Cugat para superar el reconocimiento médico y después a las oficinas del club, donde le esperaban aún unas duras negociaciones con Joan Gaspart, al que luego se unió, para rematar la faena, Josep Lluís Núñez. Antes tuvo su primer contacto con Van Gaal, con quien coincidió en las oficinas y le dijo:“Te espero en el entrenamiento de mañana por la mañana”. El Barça pagó los 4.000 millones de pesetas de la cláusula y Rivaldo empezó su leyenda blaugrana:235 partidos, 130 goles y una chilena para la historia del deporte.