Riqui Puig aportó algo de luz en un partido gris

Riqui Puig disputó su segundo partido como titular en la Liga

Riqui Puig disputó su segundo partido como titular en la Liga / VALENTÍ ENRICH

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El canterano Riqui Puig dispuso de una nueva oportunidad (la segunda tras haber sido titular en Huesca) en la Liga para foguearse y demostrar que no necesitará mucho tiempo para llamar a la puerta del primer equipo del FC Barcelona. El catalán aportó algo de luz en un partido que a nivel global resultó bastante gris. Ofreció destellos de su calidad, aunque en la segunda parte perdió protagonismo, coincidiendo con el bajón que dio su equipo.

Ernesto Valverde, técnico blaugrana, le alineó de salida ante el Celta y el joven centrocampista catalán volvió a demostrar que tiene la calidad necesaria para dar el salto y que sólo necesita algo de tiempo para acabar de crecer física y futbolísticamente.

Riqui Puig se situó como interior derecho y en el primer tiempo se entendió muy bien con el también canterano Carles Aleñá y con el brasileño Arthur. Los tres hablan el mismo idioma con el balón y no les resultó difícil acoplarse.

aplicado

El de Matadepera exhibió una gran movilidad, aunque en un par de acciones en los primeros compases se mostró algo impreciso con el balón. No tardó en entonarse y sacar a relucir su enorme calidad calidad. En el minuto 13 sirvió a Aleñá un gran pase en profundidad, aunque éste no lo pudo aprovechar por culpa de un mal control.

Riqui Puig destacó por su atrevimiento. Parece algo innato. Siempre quiere el balón y se ofrece. Y no se arruga, acostumbrado como está a lidiar con rivales mucho más altos y fuertes que él. También se aplicó en defensa con la intensidad necesaria. En el 22' intentó una ruleta en el área, pero no le acabó de salir bien.

En la segunda parte su presencia en el partido se diluyó considerablemente. Sin el balón, apenas pudo aportar a su equipo. No se escondió y luchó, pero perdió protagonismo.