El revolucionario método de Valdés

La conferencia de Víctor Valdés en la Federació Catalana

 El ex portero expuso sus vivencias como deportista y entrenador / sport

Jordi Gil

Jordi Gil

Víctor Valdés ha superado con mucho éxito su primera experiencia como entrenador. Al frente del juvenil del Moratalaz madrileño ha ganado la Liga de su categoría y también la Copa de Campeones posterior, superando a uno de los juveniles del Real Madrid. 

Víctor ha destacado por los resultados, pero también por un revolucionario método de preparación de los partidos, llamado Futtack, con el que ha logrado mejorar el rendimiento de sus futbolistas. Valdés ha diseñado un tablero técnico-táctico con el que aborda prácticamente todas las posibilidades que ocurren en el juego. 

Las acciones quedan memorizadas y se muestran a los jugadores. Los futbolistas, con la información recibida, mejoran su coordinación en la ocupación de los espacios, evitando en defensa zonas peligrosas de gol (que les llama vértices y zonas de sacrificio) y generando espacios de gol en ataque.

dinamismo e improvisación A partir de aquí, enseña a sus pupilos como deben moverse en la parecela del campo que les corresponde. Víctor muestra las consignas básicas y  deja a libre elección cada jugada, la anarquía es impredecible, y eso es lo que busca siempre y cuando, en el momento que alguien tome una decisión improvisada, el resto del equipo sepa que debe hacer para apoyar.

Obviamente, se trata de implantar un juego combinativo, aunque también ofrece variantes por si es necesario un fútbol más vertical. Él lo llama movimientos de “lado a lado” y movimientos de “campo a campo”.

Víctor Valdés ha creado nomenclaturas clave con sus jugadores (a quienes  llama individuos y los simboliza con piezas de ajedrez) para poder focalizar el entreno en las habilidades que cada posición requiere más allá del nombre y apellido o la inercia que tiene particularmente cada jugador (un delantero centro, puede reconvertirse en medio o defensa y viceversa si se cree conveniente), y así, adaptar y potenciar el talento natural de cada uno de sus jugadores dándole la zona y el espacio que precise. Sin ir más lejos, este año ha reconvertido el 9 del Moratalaz en lateral derecho, y ha funcionado muy bien.

Automatismos cromáticos

Para todo ello, ha creado automatismos cromáticos (juega con los colores) y palabras clave para ayudar a memorizar las jugadas y las zonas del campo. El objetivo principal, es que cada jugador tenga interiorizado varios recursos de movimiento, tenga o no el balón, para conseguir el objetivo, el gol. 

Valdés está mostrando un gran entusiasmo en su aventura como entrenador, una faceta en la que está labrándose su futuro como exfutbolista y, a día de hoy, está estudiando destino la próxima temporada.