El Barça B se estrella en Olot y cae diez jornadas después

Álex Collado fue el futbolista más peligroso del filial, pero se topó cons palos

Álex Collado fue el futbolista más peligroso del filial, pero se topó cons palos / DAVID RAMÍREZ

German Bona

German Bona

Se acabó la racha del Barça B tras diez partidos consecutivos sin conocer la derrota. El Olot fue inexpugnable para un equipo que no pudo imponer su ritmo. Cuando encontró la manera de atacar, se topó con los palos. 

El Barça B tuvo muy poca profundidad en la primera mitad. El Olot, fiel a su estilo, tejió una tela de araña que complicó mucho la vida a los de García Pimienta. El filial buscó igualar la intensidad de los de La Garrotxa y el juego se fue desarrollando con más dominio visitante, pero sin ocasiones de peligro.

De hecho, la primera acción clara terminó en gol. Fue a los 26 minutos, cuando Iñaki Peña salió a despejar un centro cerrado y el balón le llegó finalmente a Héctor Simón, que soltó un potente derechazo para acabar en la red.

Los locales mostraron la máxima efectividad y casi le sucede lo mismo al Barça B, que tuvo una buena reacción. Solo dos minutos después, el equipo combinó bien por la banda izquierda y Álex Collado envió un balón muy venenoso al palo. El rechace lo sacó Alan Baró bajo la línea de gol.

Pero no hubo continuidad y el Barça B siguió sintiéndose muy incómodo y sin encontrar la fluidez. Los de Raúl Garrido se fueron a vestuarios con una ventaja que premió su mayor eficacia.

Collado y Araujo rozan el empate

El filial salió en la segunda parte dispuesto a perseverar en su forma de jugar y aumentar la posesión, pero el Olot estuvo muy atento y provocó muchas pérdidas de balón. Héctor Simón volvió a llevar peligro en una falta lateral que se fue cerrando y Araujo también llegó en la otra área a balón parado, pero remató en fuera de juego a los pies de Pol Ballesté.

Collado fue el protagonista de otra buena ocasión para un Barça B que pisó el acelerador con el paso de los minutos y aprovechó que los de La Garrotxa se desfondaron físicamente. Su chut raso lo atajó Pol Ballesté. Pero fue en el descuento cuando llegaron las mejores ocasiones para el filial. Primero con Araujo, que no pudo repetir la gesta de otras veces, cuando salvó 'in extremis' al equipo. Esta vez, su cabezazo salió fuera por poco. Y después Collado, el más activo del Barça B. Chutó al travesaño. No hubo manera, la reacción llegó tarde y el filial cayó diez partidos después.