El Barça recupera la victoria, pero el fútbol brilla por su ausencia

Messi aprovechó un penalti a Piqué para adelantar al Barça

LALIGA

German Bona

German Bona

Mal partido de un Barça que no dio, ni de lejos, las mejores sensaciones antes de afrontar la Champions. Los azulgranas ganaron de penalti y gracias ante un Valladolid que creó muchos problemas. Lo único bueno, los tres puntos, que permiten romper una mala racha de tres partidos consecutivos sin ganar entre Liga y Copa del Rey.

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LaLiga Santander, Jornada 24

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Alineaciones
Barcelona
Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Vermaelen, Jordi Alba; Busquets, Arturo Vidal, Aleñá (Rakitic, 75'); Messi, Boateng (Luis Suárez, 59'') y Dembélé (Coutinho, 69').
Valladolid
Masip; Joaquín, Kiko Olivas, Calero; Antoñito, Anuar Verde (Toni Villa, 67') (Stiven Plaza, 75'), Michel Nacho; Guardiola y Enes Ünal (Keko, 78').

No fue, sin duda, la mejor manera de celebrar la renovación de Ernesto Valverde. Mucho tendrá que mejorar el Barça porque lo que viene ahora es de aúpa. Si los pucelanos hubieran tenido más punch en ataque, el disgusto podría haber sido morrocotudo.

El Barça se atraganta desde el minuto 1

Rotaciones... a medias. El renovado Ernesto Valverde se decantó por la 'fórmula mixta' y descansaron de inicio tres teóricos titulares, Lenglet, Rakitic y Luis Suárez, es decir, uno por línea. Arriba, el mensaje fue claro: Messi no se negocia y Dembélé vuelve a estar por delante de Coutinho. La gran novedad de la alineación, no obstante, fue la presencia del príncipe azulgrana, un Boateng que debutó en Liga y lo hizo como titular.

Entró frío el Barça, falto de velocidad para superar el entremado tejido por Sergio González, con defensa de cinco y oportunas basculaciones  Dembélé abrió boca con sus primeros esláloms y Boateng quiso tener una puesta de escena para el recuerdo, pero su remate a pase de Messi se fue blando a las manos de Masip. 

El Barça necesitaba activarse, pero los 'chispazos' de un Messi al que le salían a tapar hasta cuatro rivales y de Dembélé no lograban encender la mecha. El Valladolid, ordenado y sin resquicios, avisaba en acciones de Sergi Guardiola, aquel delantero que 'desfichó' el club azulgrana por unos polémicos tuits.

'Piquenbauer' salva al Barça

Picar y picar piedra. No quedaba otra para un Barça sin espacios ni imaginación para crearlos. Tuvo que ser a la contra donde el equipo se encontró más cómodo, curiosamente cuando un crecido Valladolid se fue al ataque. Messi galopó sin fortuna en el chut, pero dio el aviso. Y a la segunda, fue Piqué quien inició y culminó la contra. Michel Herrero cayó en su trampa, el barcelonés buscó el agarrón y lo encontró. Penalti que marcó Messi con solvencia, haciendo inútil la buena estirada de Masip, y que permitió digerir mejor un primer tiempo infumable.

Algo pareció cambiar en la segunda mitad, pese a un ataque inicial de los pucelanos. Respondió Messi, que se encontró con la 'palomita' de Masip, el buen guardameta que tuvo que salir del Barça para encontrar la continuidad.

A la siguiente, eléctrica combinación con Dembélé y disparo desviado del argentino. Estas no las suele fallar, señal de que todavía no está al cien por cien. Así que Valverde le buscó a su pareja ideal y dio entrada a Luis Suárez por un Boateng que se quedó a medias.

Suárez falla el segundo

El uruguayo se debió contagiar del ghanés, pues a la primera que tuvo, falló lo que nunca perdona. Solo ante Masiop, se estrelló ante el de Sabadell y Messi tampoco aprovechó el rebote.

El partido se abrió y por momentos fue un correcalles. Bueno para los ataques azulgranas ya con las marcas menos fijas, pero peligroso porque los pucelanos fueron valientes y el marcador no estaba para sustos.

Masip le amarga el doblete a Messi

La tuvo Sergi Roberto tras combinar con Messi, pero la mejor ocasión volvió a llegar desde los 11 metros. Solo que con un desenlace distinto. Clara entrada por detrás a Coutinho y Leo que esta vez no consiguió marcar. Masip, que estuvo cerca en el primero, le ganó la partida... por dos veces, pues el meta catalán también le detuvo el rechace.

El argentino quiso tomarse la venganza apenas instantes después, en una de sus características acciones individuales. No le salió y es que no era el día. Tampoco el de Luis Suárez, que falló su tercera acción clarísima. Entre las actuaciones de Masip y el increíble desacierto, un partido para olvidar.