Messi salió a escena... ¡y campeones!

El Barça se proclamó campeón de Liga tras derrotar al Levante, por la mínima, pero fue suficiente para cantar el alirón en casa. Messi descansó medio tiempo. Un lujo que no se prolongó ya que fue necesario para amarrar el título.

120084

Liga Santander

FCB

1

0

LEV

Alineaciones

FC Barcelona
Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Alba, Rakitic, Arturo Vidal, Arthur (Busquets, 76'), Dembélé (Sergi Roberto, 83'), Coutinho (Messi, 45') y Luis Suárez

Levante UD
Aitor Fernández, Coke, Ruben Vezo, Rober Pier, Luna, Vukcevic (Bardhi, 64'), Jason, Rochina (Roger, 83'), Campaña, Moses (Morales, 45') y Borja Mayoral

Goles

1-0, Messi (61')

Árbitro

De Burgos Bengoetxea (vasco). TA: Rakitic (13'), Piqué (69'), Semedo (76') / Rochina (55'), Ruben Vezo (57'), Coke (82')

Incidencias

Camp Nou, 91.917 espectadores. Antes del partido se rindió homenaje a Francesc Satorra, conocido como 'Observer', por sus años de dedidación del club tras anunciarse su jubilación.

La rotación de Valverde tuvo como protagonista más destacado a Leo Messi. El mejor del mundo sigue con "esa copa tan linda" entre ceja y ceja y decidió guardar esfuerzos para el Liverpool. Busquets y Sergi Roberto fueron los otros jugadores del once de gala que descansaron. La ausencia de Messi permitió la titularidad de Dembélé, quien jugando en la banda derecha ofreció los primeros chispazos del partidos.

Luis Suárez, como acostumbra a pasar cuando Messi no juega, asumió la responsabilidad y se fabricó dos buenas ocasiones, que cortó un inspirado Andrés Fernández.  El meta del Levante sostuvo a su equipo con otros dos remates de Coutinho, uno de ellos de cabeza a bocajarro, en los momentos de mayor agobio barcelonista. 

Larguero de Coutinho

El Barça era el dueño del partido y, tras este arreón, se serenó, tocó más y las ocasiones disminuyeron. Arturo Vidal, con su inercia habitual, volvió a activar al Barça con un trallazo que salió lamiendo el poste. Más contundente fue el lanzamiento de un lbre directo de Coutinho al borde del descanso. El brasileño cogió el rol de Messi y tiró con fuerza por encima de la barrera, aunque el larguero evitó el gol.

El equipo había propuesto suficiente como para irse al descanso con ventaja, pero Aitor y la madera lo habían impedido. El Levante, por su parte, no inquietó ni una sola vez a Ter Stegen.

Messi con urgencia

Valverde no quiso esperar más para solucionar la falta de puntería y dio entrada a Messi por Coutinho en el arranque del segundo tiempo. La sensación de peligro se incrementó con Leo en el campo y el bombardeo fue constante.

Messi creó la zozobra habitual y, además, atrajo a más defensas, por lo que se generaron espacios para otros compañeros. Rakitic y Dembélé fueron dos ejemplos cuando pudieron armar la pierna para dos disparos casi idénticos de rosca que se fueron por milímetros.

El gol tenía que hacer y llegó en una jugada de empuje de Arturo Vidal. El chileno ganó el balón con fuerza en el límite del área, la cedió a Leo, quien ajustó su disparo para estrenar el marcador y acercar el alirón.

Descompresión tras el gol

El camp Nou gritó por primerz vez "campeones, campeones" y la euforía contagió cierta relajación. Ter Stegen intervino por primera vez cuando Borja Mayoral lo encaró y un error de Rakitic dejó a Morales totalmente solo ante el alemán, aunque el 'comandante' lanzó alto. Los despropósitos siguieron con un mal pase de Lenglet y una falta al borde del área de Semedo. Bardhi tiró a la barrera, con Piqué situado bajo palos sabiendo la calidad del lanzador del Levante.

El partido requería del temple de Busquets, que reemplazó a Artur, y el Barça volvió a gozar de cierta tranquilidad. Valverde quiso asegurar más situando un cuarto centrocampista como Sergi Roberto por Dembélé. El Levante se lanzó al ataque a la desesperada y el Barça salía a la contra, aunque con poca precisión.

La suerte del campeón

La valentía granota pudo tener su premio en el último minuto. Un disparo mordido de Bardhi dentro del área sorprendió a Ter Stegen, pero la pelota fue al palo y a las manos del alemán. La suerte del campeón también estuvo presente para cantar el alirón final.