El Barça se atasca en Sevilla y ya no depende de sí mismo

Así se quedó a medias el Barça en Sevilla: el resumen

El Fútbol Club Barcelona no pasó del empate (0-0) en su visita al Ramón Sánchez Pizjuán. Los azulgranas merecieron más que el Sevilla pero se toparon una y otra vez con el muro de un conjunto hispalense que realizó un partido muy serio. Con este empate, el Real Madrid tendrá la posibilidad de alcanzar a los de Setién si logra ganar su partido ante la Real Sociedad el próximo domingo y colocarse líder gracias al goal-average.

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LaLiga Santander

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Alineaciones
Sevilla
Vaclík Jesús Navas, Diego Carlos, Koundé, Reguilón; Fernando, Jordán (Gudelj 68'), Óliver (Banega 45'); Munir (Suso 58'), Ocampos y De Jong (En Nesyri 68')
FC Barcelona
Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets, Rakitic, Arturo Vidal (Griezmann 76'); Braithwaite (Arthur 62'), Messi y Suárez

Si en un estadio se echa de menos el cántico de la afición es en el Sánchez Pizjuán. El Arrebato cantó más solo que nunca a pesar de los intentos del club sevillista para colar a su afición en el himno. Con esa atmosfera, el Barça arrancaba el partido más complicado tras el parón. De los que deciden campeonatos. Setién lo hacía apostando por un centro del campo rocoso con Rakitic y Arturo Vidal mientras que Braithwaite le ganaba la partida a Griezmann en el once.

Desde el primer instante se vio la tónica del partido. Presión alta de ambos equipos e intento de afianzarse el balón. Lo consiguió el Barça gracias a un Ter Stegen que se incrustaba como tercer central para dar amplitud y profundidad a unos azulgranas que evidenciaron el buen trabajo que han realizado en la salida de balón durante el parón. Aun así, la ocasión más clara llegó a balón parado. Leo Messi la tenía donde más le gusta y solo una norma no escrita para todos los que juegan a videojuegos como el FIFA evitó su primer tanto. El disparo de Messi superaba la barrera pero Koundé, que justo cuando el argentino disparaba corría hacía su portería, lograba despejar el balón con la cabeza en la misma línea de gol. Le va a costar al argentino marcar de falta con tantas artimañas. Mientras tanto, Lopetegui se desesperaba en la banda y la famosa pausa de hidratación le vino como anillo al dedo. El técnico reestructuró al Sevilla, que pasó a dominar el partido, controlar las internadas de Messi y cerrar el flanco derecho de su defensa para evitar las llegadas de Alba. Ese cambio y González González desquiciaron a los azulgranas. Primero con una amarilla inexistente a Piqué y luego en una tángana donde Messi se las tuvo con <strong>Diego Carlos</strong>.

El Sevilla salió en la segunda parte con la intención de proponer un intercambio de golpes al Barça y en estas tuvo que aparecer Ter Stegen para salvar dos ocasiones claras. La que más, la de Ocampos que el alemán despejaba con guantes de hierro. Setién se percató de las intenciones hispalenses y decidió intervenir. Entraba Arthur y salía Braithwaite. El Barça, con 4-4-2. El cambio logró detener la sangría y calmó el juego. Demasiado. El juego del Barça era lento y con poca fluidez. Defendía fácil el Sevilla. A los jugadores azulgranas les empezaba a pesar las piernas. Lopetegui metía más cambios. Setién volvía al plan inicial e introducía a Griezmann. Juego de pizarras. El Barça generaba pero no finalizaba. Pasaban los minutos. Se preparaba Riqui Puig y Suárez tenía la más clara. El delantero uruguayo recibía un buen centro de Jordi Alba y el remate de Suárez se iba cerca del larguero. Conexión más nítida del Barça que tampoco servía para perforar la red de Vaclík. Y en la siguiente jugada, balón franco para Reguilón que, dentro del área pequeña, no remataba bien y el balón terminaba en las manos de Ter Stegen. Un Ter Stegen que subió en la última jugada a rematar el saque de esquina. No hubo suerte. Empate que no satisface a ninguno de los dos equipos. El Barça ya no depende de sí mismo para ganar LaLiga.