El reset de Suárez

Suárez, optimista

Suárez, optimista / JOAN MONFORT

Jordi Gil

Jordi Gil

Quince días para hacer un reset. Para parar, coger aire y reencontrarse. Así se presentan las próximas semanas para Luis Suárez tras un arranque de temporada con unos números goleadores lejos de su mejor versión

El uruguayo ha marcado cinco goles (tres con el Barça dos con su selección) en 18 encuentros y se le ha torcido el gesto, porque no es de los que se perdona fallar un tanto.

Terco como es, persiste una y otra vez, pero no encuentra el camino del gol. Una situación que le agobia, porque es de los que le da vueltas. De los que repasa mentalmente las jugadas y se impone mejorar.

Siempre fue así el uruguayo. Un tipo acostumbrado a combatir la adversidad y salir airoso. Suárez siempre vuelve. Y así lo esperan en el Barça, donde todos le tienen fe. 

La temporada pasada a estas alturas, ya sumaba nueve goles en 14 partidos con el Barça y el curso 2015-16, 11 en 13 encuentros.

Varias son las razones que han llevado al delantero a estar incómodo. En primer lugar un quiste sinovial en la rodilla derecha que arrastra. Su evolución invita a pensar en un plan conservador que no incluya cirugía, pero se trata de una lesión que depende mucho de las sensaciones del futbolista. 

Ahora mismo el jugador se encuentra mucho mejor físicamente, pero no marca desde el 14 de octubre. Ese día su tanto sirvió para lograr un empate en los últimos instantes en el Wanda.  Pero más allá de sus problemas físicos, Suárez también está teniendo que convivir con un nuevo escenario futbolístico.

La llegada de Valverde y la marcha de Neymar ha cambiado el posicionamiento del tridente. Messi juega ahora de falso nueve, en los aledaños del área, un movimiento que ha tenido un efecto directo en Suárez. 

Más cerca de la banda, crece la exigencia física para el uruguayo. Con más metros que recorrer, más desgastado parece que llegue a la finalización. Y de ahí que haya perdido efectividad, primero, y luego confianza.

Valverde parece consciente de la situación y ante el Sevilla –coincidiendo con la titularidad de Alcácer– juntó a los dos arietes renunciando a los extremos con Messi por detrás, jugando de ‘10’.

El uruguayo volvió a estar muy activo, pero no vio portería. Una situación en la que parece estancado en los últimos tiempos, aunque Valverde está dándole todos los minutos del mundo para que cambie esta dinámica. 

Es más, en todas las declaraciones, al igual que sus compañeros de equipo, se ha destacado la aportación del ariete más allá de los goles. 

Fe en Suárez

El jugador está convencido de que se trata de algo circunstancial y que volverán los goles. El parón de selecciones –pactó con el seleccionador ausentarse de los dos amistosos ante Polonia y Austria– debe servirle para ganar frescura y desbloquearse mentalmente.

 El Barça no juega hasta el próximo 19 de noviembre, ante el Leganés, y Suárez podrá trabajar en recuperar el mejor tono físico. Valverde tiene la asignatura pendiente de encontrarle mejor acomodo en el equipo, pero de momento no parece estar preocupado con su sequía goleadora.

“Estamos encantados con él. Es un buen síntoma para el equipo que siga ganando sin necesitar sus goles”. También Rakitic se mostró encantado tras el triunfo ante el Sevilla con el trabajo del uruguayo y recordó que cuando marque, “el Barça será un equipo todavía más fuerte”. Suárez ya sabe lo que es combatir con una mala racha. 

En su primera temporada en el conjunto azulgrana tardó un mes en estrenarse. Y la temporada pasada sumó hasta cinco partidos seguidos sin ver puerta. Pero el desenlace siempre acaba siendo el mismo. Suárez siempre se reconcilia con el gol.