Rendidos a Messi... y a Valverde

German Bona

German Bona

El mejor Athletic de la temporada cayó el sábado ante el peor Barça. Esta es la realidad y con este sentimiento se han despertado hoy en la ciudad de Bilbao, encapotada pero sin lluvia. Dos son los protagonistas que están en boca de todos los bilbaínos, un Messi estratosférico que con la ayuda de Ter Stegen se encargó de frenar sus ilusiones, y un Ernesto Valverde que regresó a la ciudad en la que guarda tan buenos recuerdos.

"Messi es el mejor futbolista de todos los tiempos". La frase es de Ander Iturraspe, el jugador más destacado del Athletic en un partido que generó una gran expectación en San Mamés y que incluso se televisó en directo por el Kurdistán Iraquí. Aunque el espléndido estadio de los rojiblancos no se llenó porque los socios tenían que pagar, en un abono conjunto ante las visitas de Barça y Real Madrid.

El  sentir de Iturraspe, rendido ante Leo al finalizar el encuentro, lo compartió un vestuario del Athletic que lamentó que cuando el astro argentino se puso a jugar y a tomar las riendas del partidos, se acabaron sus esperanzas. "Para mí no hay otro igual", insistió el centrocampista.

Los principales diarios, 'El Correo' y 'Deia' van por los mismos derroteros. Destacan que el león del Athletic ha vuelto a rugir, por fin, pero entre Messi y Ter Stegen le cortaron las afiladas uñas, como se escenifica en una acertada viñeta.

EL CARIÑO A VALVERDE

Pero las miradas no solo se concentraron ayer en el terreno de juego, sino también en el banquillo. Volvía Ernesto Valverde, el técnico que les dio la Supercopa de España precisamente ante el Barça, que ha hecho de clasificarse para Europa una rutina y que más partidos ha dirigido a todo un clásico del fútbol español.

En Bilbao son agradecidos, aunque no de alardear, y el reconocimiento es sincero, pero sin fuegos de artificios. No hubo pancartas, cánticos en el campo, pero sí mucho cariño para el 'Txingurri', escenificado ya desde el momento que el Barça llegó al hotel de concentración. Antes del partido, en las inmediaciones del estadio, SPORT habló con varios aficionados y el denominador común fue el cariño a Valverde. "Ojalá siguiera en el Athletic", fue el deseo más escuchado.

Valverde decidió, como buen profesional, dejar las emociones a un lado y apenas habló con nadie del Athletic hasta una vez finalizado el encuentro. Quien mejor reflejó las sensaciones de pisar el vestuario visitante y no el local de San Mamés  fue su segundo, Aspiazu. El 'Txingurri', mientras, a lo suyo, sintiéndose "un poco raro" en el banquillo rival, pero pendiente única y exclusivamente de su equipo.

Eso sí, al acabar el encuentro, abrazos  y palabras de cariño con trabajadores del club e integrantes del actual Athletic. Ya más relajados, y con los sufridos tres puntos en el bolsillo, la expedición azulgrana salió de Bilbao y se dirigió por carretera al aeropuerto de Vitoria donde les esperaba, pasada la medianoche, un nutrido grupo de aficionados que tuvieron como recompensa que sobre todo Messi se parara un buen rato a firmarles autógrafos y hacerse fotografías. Un detallazo del más grande.