Reencuentro entre 'hermanos'

Griezmann, los orígenes

 Los antiguos entrenadores del francés hablan de su recorrido hasta el Barça antes de que juegue su primer partido oficial como azulgrana / Perform

German Bona

German Bona

Con su mate en la mano y escuchando una cumbia, cualquiera diría que Antoine Griezmann nació en Macon y no en la orilla norte del Río de Plata. El azulgrana siente pasión por Uruguay y parte de culpa la tiene su ‘hermano’ Diego Godín. Compañeros inseparables en el Atlético de Madrid, mañana se verán las caras en el Camp Nou. Un reencuentro emotivo y cargado de sentimientos, y es que ambos comparten vivencias que van más allá de la amistad.

Lo cierto es que Griezmann aterrizó allá por julio de 2014 en el Atlético de Madrid ya impregnado de la cultura charrúa. Fue por un excompañero en la Real Sociedad, el delantero Carlos Bueno, que le enseñó a preparar y tomarse el mate, a merendar dulce de leche y a interesarse por la cultura uruguaya.

Por eso, cuando se vistió de rojiblanco hizo rápidamente buenas migas con Diego Godín, cinco años mayor que el ‘principito’, y también con José María Giménez, la otra pata de este particular tridente charrúa. 

A ambos los recibió años después Griezmann en el aeropuerto de Barajas con la camiseta celeste y una bandera de Uruguay cuando los charrúas del Atlético regresaron con la clasificación mundialista bajo el brazo tras ganar 4-2 a Bolivia.

Precisamente, la cita mundialista del año pasado les ‘enfrentó’ en un terreno de juego, como volverá a ocurrir mañana. Francia doblegó a Uruguay por 2-0 y Griezmann marcó uno de los goles, que pese a su  mayúscula importancia, no celebró por respeto a sus dos compañeros colchoneros. Así que con Godín delante, que nadie espere mañana que tire ‘confetti’ hacia el cielo como ocurrió ante el Betis si el ‘Principito’ ve puerta. Su amistad con el central está por encima de todo.

Los ‘bleus’ se proclamaron campeones del mundo y Griezmann fue elegido mejor jugador de la final frente a la Croacia de Modric y Rakitic. Un periodista  le mostró en rueda de prensa una bandera de Uruguay y el delantero lo tuvo claro. “Tráela aquí”, le dijo. Se la puso en volandas en uno de sus días más felices y declaró su amor incondicional por el país sudamericano. Una identificación que le hace incluso utilizar expresiones propias de los uruguayos, como cuando marcó un gol agónico hace unos meses a Albania y gritó con rabia: “La concha de tu madre”. 

El momento más emotivo

La relación entre Griezmann y Godín se extiende a sus respectivas parejas, la donostiarra Erika Choperena y la charrúa Sofi Herrera, y ha ido tan lejos que el central es el padrino de la hija de Griezmann, Mia, de tres años. En la boda del francés a finales de 2018, el ahora azulgrana se dejó llevar y cantó una cumbia.

Los momentos más emotivos se dieron en con la despedida de Diego Godín del Atlético para fichar por el Inter. Su último partido fue en el Metropolitano ante el Sevilla, el 12 de mayo. Griezmann se presentó en el estadio vestido con la camiseta de su compañero y ya sobre el césped apareció Mia enfundada también de rojiblanco con el mítico dorsal ‘2’ de Godín y el nombre de ‘padrino’. 

También quedarán para el recuerdo las lágrimas de Antoine cinco días antes, en la rueda de prensa en la que el uruguayo dijo adiós. Todos se emocionaron, al ‘Cholo’ Simeone le brillaron los ojos, pero el desconsuelo de Griezmann fue significativo. Por todo, la cita de mañana en el Camp Nou tendrá un sabor muy especial. Griezmann venera al ‘Faraón’, fue en el Atlético  su hermano mayor y a buen seguro que se buscarán para compartir confesiones y recuerdos, y quién sabe si un buen mate después. Eso sí, preparado por Antoine, que se jacta de saber prepararlo mejor que el propio Godín.