La recuperación de la lesión de Dembelé

Todas las lesiones de Dembélé

El 'mosquito' ha sufrido múltiples problemas físicos desde que llegó como azulgrana. De la vigente campaña solo ha jugado 9 partidos y se pierde lo que queda de temporada / sport

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El FC Barcelona anunció ayer que Ousmane Dembélé ha sido intervenido satisfactoriamente en Finlandia de la rotura del tendón proximal del bíceps femoral del muslo derecho. Los servicios médicos del club han estimado un período de 6 meses de baja para el delantero.

“La rotura de la musculatura isquiotibial forma parte de las lesiones más frecuentes en el deportista de elite, y más concretamente en futbolistas”, asegura el doctor Mariano Matas, traumatólogo de iMove-Clínica Mi Tres Torres.  A su vez, la rotura del bíceps femoral  es la más frecuente dentro de la patología de zona isquiotibial y su lesión puede ser en diferentes niveles. En concreto, la lesión de Dembelé se ha producido, tal y como se anunció hace unos días por parte del club “en la cabeza larga del bíceps femoral, en el tendón proximal que se origina en la tuberosidad isquiática”, afirma el doctor Matas.

El tratamiento quirúrgico para este tipo de lesiones consiste en “la reparación-sutura del tendón y en un re-anclaje del tendón a la tuberosidad isquiática”. Al ser un tendón con gran potencia, los cuidados postoperatorios siguen un patrón muy estricto.

Para este tipo de lesiones, durante las tres primeras semanas “se evita la tracción excesiva mediante reposo estricto. Se puede realizar deambulación con muletas una vez cicatrizada la herida quirúrgica y así evitar la atrofia muscular generalizada de la musculatura de ambas extremidades inferiores”, asegura el doctor Matas.

A partir de la tercera o cuarta semana se suele iniciar, según el traumatólogo, “entrenamiento en medio acuático, seguido de bicicleta estática con poca resistencia y carrera en cinta anti gravitatoria”. Esta primera fase de rehabilitación, tiene como objetivo alcanzar un rango de movilidad completo de la musculatura isquiotibial y suele durar hasta dos meses.

La segunda fase de rehabilitación de una lesión de este tipo se divide en cuatro etapas y va dirigida a la reincorporación deportiva del futbolista, al retorno al terreno de juego. En primer lugar, puede realizarse “en terreno de arena seca para disminuir las fuerzas de impacto en los isquiotibiales”. Después de alcanzar la suficiente propiocepción (mecanismo autónomo del organismo que otorga una protección muscular y/o tendinosa con la contracción de diferentes grupos musculares ante situaciones de estrés), el deportista inicia la segunda etapa y se le permite el toque con el balón. La tercera etapa consiste en disminuir las fuerzas máximas de los isquiotibiales causadas por la carrera: “esto se logra al correr cuesta arriba y cuesta abajo”, afirma el doctor Matas.

La última etapa es ya la reincorporación a los entrenamientos y a la participación en los partidos, una vez alcanzado el grado de forma óptimo. Esta segunda fase de recuperación de una rotura de tendón proximal “puede oscilar entre los 3 y los 5 meses”, por lo que es posible que debido a esto se haya anunciado que la que la baja técnica del jugador se alargue hasta mínimo 6 meses.