El recuerdo de Cesc Fàbregas sobre aquella mágica generación del 87

El centrocampista del Mónaco coincidió con Messi y Piqué en el cadete del Barça

"Recibió muchos golpes", ha recordado Cesc sobre el Leo de aquella etapa

Fàbregas

Fàbregas, Messi y Piqué formaron parte del único equipo capaz de adjudicarse todos los campeonatos que disputó sin perder un partido / Sport.es

Dani Godoy

Cesc Fàbregas empezó a dar sus primeros pasos en la cantera del FC Barcelona junto a Leo Messi. De hecho, es de la generación del 87, como el argentino. El jugador del Mónaco no ha olvidado aquella mágica época; tampoco el talento de 'La Pulga' ni su baja estatura.

El centrocampista español estuvo en la Masía hasta los 16 años y, además de con Messi, compartió vestuario con Gerard Piqué en en el cadete azulgrana. Tres de los jugadores que marcaron un antes y un después en la base a las órdenes de Tito Vilanova y Àlex Garcia. Con el primero se conocieron y empezaron a desarrollar su talento dentro del lenguaje Barça, mientras que con el segundo explotaron su gen competitivo en plena adolescencia.

"Teníamos un equipo muy, muy bueno", explicó el jueves en una entrevista a 'L'Équipe'. "Muchos dicen que fuimos el mejor equipo de la historia del centro de entrenamiento del Barça. No sé si eso ha cambiado, pero hasta hace poco éramos el único equipo que había ganado el Campeonato Sub-15 cuando solo teníamos 14, por delante del Espanyol U15, además", añadió Cesc.

De hecho, fueron el único equipo que fue capaz de adjudicarse todos los campeonatos que disputó sin perder un solo partido. 'Geri' comandaba la defensa con su cuerpo poderoso, Cesc lideraba las operaciones en el centro del campo y Leo copaba el protagonismo cerca de la portería rival. Solo el argentino, que en su segundo año de cadete casi alcanzó los 40 goles, permaneció en el club hasta llegar al primer equipo.

Fàbregas ha recordado al Leo de aquellos tiempos. "Era sobre todo muy, muy pequeño", dijo su antiguo compañero. "Recibió muchos golpes porque aún no tenía la fuerza para resistir las faltas. Pudimos ver que tenía facilidad en el uno contra uno, pero de ahí a imaginar en qué se convertiría... Jugaba por la izquierda, no de delantero. El cambio se dio en una final de Copa Catalunya ante el Espanyol. Nuestro entrenador, Tito Vilanova, vino a vernos a Leo y a mí el día antes del partido y nos dijo que lo alinearía a él de delantero centro y a mí como '10', más alto de lo habitual. Fue la primera vez para los dos", relató el jugador monegasco.

Y recordó que fue memorable. "Leo se había fracturado el pómulo cinco días antes. Tuvo que jugar con una máscara. La misma que Puyol había usado un mes antes con el primer equipo porque solo teníamos una. ¡Máscara para todo el club! Durante la final, Messi pudo salir del campo a los veinte minutos: ya íbamos ganando 3-0, había marcado un hat-trick... Era la primera vez que dijimos que había un fenómeno allí".

CAMINOS SEPARADOS

Sin embargo, los caminos de Piqué, Fàbregas y Messi se acabarían separando. El central y el centrocampista aceptaron propuesta del fútbol inglés, siempre atento a las evoluciones de La Masía. A Gerard no le acabó de ir bien en el Manchester United y, después de una cesión fructífera en el Zaragoza, fichó por el Barça de Pep Guardiola, donde se convirtió en el referente que es hoy. En ese momento, Messi ya se había convertido en el rey de los reyes. Con 21 años, el '10' era el jefe de operaciones de un tridente formado por Eto'o y Henry.

Por su parte, el de Arenys de Mar triunfó en el Arsenal y no regresó al Camp Nou hasta 2011. Después de varios veranos de culebrón, Pep repatrió al hijo pródigo, al mejor socio posible para Messi. Sin embargo, las expectativas no se acabaron cumpliendo. A pesar del paso del tiempo, Xavi Hernández y Andrés Iniesta no cedieron protagonismo. Así pues, tras tres temporadas de 'quiero y no puedo', Cesc volvió a la Premier, esta vez al Chelsea. En enero de 2019, dejó Stamford Bridge para poner rumbo a Mónaco, donde les esperaba una nueva etapa de su carrera futbolística en el fútbol francés.