Historia SPORT
La rebeldía de Raphinha
El extremo brasileño exhibió carácter y personalidad en Valladolid: fue el jugador del Barça que intentó evitar la derrota con más vehemencia
También mostró su versión más reivindicativa con un gran gesto de apoyo a Vinicius y un discurso impecable contra el racismo
No fue, en ningún caso, un buen partido del Barça. En un escenario de máxima exigencia, sin obligaciones competitivas y con rotaciones en el once, el conjunto azulgrana no supo ofrecer una respuesta convincente a la intensidad de un Real Valladolid que, impulsado por su gente, se lo jugaba absolutamente todo. Pese a la mala imagen del equipo, pocas conclusiones se pueden extraer de un encuentro en el que los culés comparecieron por compromiso y respeto al torneo de la regularidad, pero que no compitieron como había deseado Xavi Hernández en la previa.
Siempre hay excepciones, sin embargo, y algunos futbolistas barcelonistas mostraron ambición y ganas de rebelarse contra la apatía general. Raphinha fue el mejor jugador del cuadro catalán en el José Zorrilla e intentó evitar la derrota. Tenía un objetivo personal entre ceja y ceja: quería marcar para poder mostrar su camiseta de apoyo a Vinicius y levantar el puño contra el racismo. Jordi Masip lo evitó con grandes intervenciones bajo palos. Frustró hasta cuatro disparos del brasileño, que acabó el envite con 57 toques, un pase clave, cuatro balones en largo, una gran ocasión generada, cuatro duelos ganados y dos faltas provocadas en 63 minutos.
Buenos números para el atacante que más buscó la ‘sublevación’ culé. Aprovechó cada balón que recibió para generar peligro y se mostró visiblemente enfadado tras cada una de las desconexiones defensivas que, en los momentos de mejor fútbol del Barça, el Valladolid aprovechó para amarrar una victoria trascendental en su ardua misión de evitar el descenso a Segunda. Tampoco le gustó ser sustituido a la hora de juego y así lo manifestó con su habitual gestualidad, pero ‘utilizó’ la atención mediática de ese momento para mostrar el mensaje que había escrito en su camiseta interior: “Mientras el color de la piel sea más importante que el brillo de los ojos, habrá guerra. Estamos juntos, Vini”.
Carácter competitivo
La reivindicación del brasileño continuó en zona mixta, donde pidió a las “personas poderosas” que “no miren a otro lado en el tema del racismo”. “Siempre pasa lo mismo. Sucede en todos los partidos, con algunos jugadores más que otros, pero esto tiene que cambiar”, argumentó. También fue muy contundente en su análisis de la derrota en Pucela. “El Valladolid se jugaba la vida y a nosotros nos ha faltado carácter, hambre e intensidad. Tenemos que ganar los partidos que nos quedan para dar alegrías a la afición, no nos pueden faltar ganas. Debemos terminar bien la temporada y hacer más en la despedida de Busquets y el Camp Nou del próximo domingo”, opinó.
Sobre el terreno de juego primero y con sus declaraciones después, Raphinha demostró que había escuchado atentamente la petición de Xavi de intentar acabar la temporada con “buenas sensaciones”. Aunque el balance global del curso será bueno pase lo que pase en las últimas semanas de competición, el Barça está obligado a reaccionar. Encadena dos malos resultados después de cantar el alirón en Cornellà-El Prat y, en un contexto futbolístico tan igualado como el actual, no jugar al 100% es sinónimo de perder. Toca hacer un último esfuerzo y el brasileño, que no quiere cambiar de aires este verano pese a los rumores que le rodean y exhibió su compromiso en tierras vallisoletanas, es uno de los miembros de la plantilla que más claro lo tiene.
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