La rebeldía los llevó al Barça

Robert Lewandowski está presionando, y mucho, al Bayern Múnich para que lo deje marchar al FC Barcelona. Lo quiere hacer por las buenas, pidiendo a su actual club que negocie su salida recordándoles que todavía le queda un año de contrato y que pueden cobrar un traspaso por él. Lewandowski siempre ha ido de cara porque desde un primer momento se negó a renovar y pidió que le dejasen marchar por su deseo de iniciar una nueva aventura en el Camp Nou.

Su caso no es extraordinario. En la historia hay diversos jugadores que se han rebelado contra sus clubes para poder cumplir su deseo de firmar por el FC Barcelona. El del delantero polaco es el último pero hay casos muy recientes, como por ejemplo Coutinho. En agosto de 2017, y poco antes que empezase la Premier League, el Liverpool se negó en banda a negociar con el Barça un traspaso del brasileño. El club inglés llegó a hacer un comunicado oficial asegurando que Coutinho no saldría en el mercado de verano, como así fue. La reacción del brasileño fue pedir el 'transfer request', que si bien es una forma de pedir un traspaso de manera formal, no es vinculante para los clubes. El Liverpool no accedió a negociar pero viendo la postura tan clara del jugador decidió dejarlo marchar en invierno.

Otro jugador que forzó la situación con su club de origen fue Ousmane Dembélé. El francés no se presentó a los entrenamientos con el Borussia Dortmund para presionar a su club para que lo vendiera al Barça. La situación fue tan surrealista que incluso salió el entrenador del Dortmund reconociendo que Dembélé estaba "en paradero desconocido" y que no habían podido contactar con él.

Relativamente reciente también es el caso de Javier Mascherano. El jugador argentino pidió que lo dejaran marchar al Barça pero las negociaciones se eternizaron hasta tal punto que dijo basta y para que el Liverpool accediera a su venta, el jefecito puso dinero de su parte -aproximadamente 3 millones de los 24 que costó- y renunció a un porcentaje de su salario. Un caso parecido fue el de Cesc Fàbregas, que después de ver como Ársene Wenger no cumplía su palabra de facilitarle una salida para volver a casa, el Barça, se planteó seriamente pedir el 'transfer request'. El de Arenys siempre fue a entrenar, aunque lo hizo en solitario. También avanzó dinero de su bolsillo para cumplir su deseo de ser azulgrana. .

Yéndonos más atrás en el tiempo tenemos el caso de Samuel Eto'o. El Mallorca y el Real Madrid compartían los derechos del camerunés así que la operación era complicada porque el FC Barcelona tenía que llegar a un acuerdo satisfactorio con los dos clubes. Con los baleares no tardaron tanto en ponerse de acuerdo pero con Florentino Pérez, sí. Eto'o forzó la situación y firmó en Sport una carta abierta a los socios del Barça en la que recordaba su deseo de convertirse en azulgrana y criticaba la actitud del Real Madrid, que eso sí, acabó claudicando.

Si nos remontamos hacía 1998, tenemos a los hermanos, Frank y Ronald de Boer presionando al Ajax para fichar por el Barça. Los dos jugadores holandeses habían pronunciado ya de forma rotunda su voluntad de jugar en el Camp Nou pero durante mucho tiempo el club de Amsterdam se negó en banda a negociar. Los hermanos estaban dispuestos a acudir a la comisión de arbitraje de la Federación Holandesa para romper su contrato con el Ajax. Al final, los dos vinieron a Barcelona pese a que el deseo del Barça era incorporar sólo a Frank por deseo expreso de Van Gaal.