Reactivado Griezmann

Griezmann se sinceró sobre su llegada al Barça

Antoine Griezmann confesó al final del duelo entre Francia y Moldavia que sabía que su adaptación al Barça sería dura / Goal France

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Tengo que ganarme la confianza del equipo”, confiesa Griezmann en una entrevista a ‘Telefoot’. Esa es, y ninguna otra, la llave que abre el fútbol de Antoine: que Messi y compañía crean en él, que se la den, que sientan al francés como algo propio, no un apósito extraño. Porque Griezmann, hasta el día de hoy, ha sido una anomalía en un cuerpo que se mueve al dictado de Leo. El ‘10’ tiene la palabra.

MESSI LE NECESITA

La solución, como pasa en casi todo lo que le ocurre al Barça, la tiene el capitán. Messi se mostró reticente el pasado verano a su fichaje porque, doce meses antes le había tirado la caña y Griezmann dijo “no”. Y a Messi no se le dice que no. Pero Leo ha entendido que el ex del Atlético debe subirse al barco blaugrana si el objetivo es la Champions, que lo es. Prescindir de un talento como el galo no beneficia a nadie. Así que el ‘10’ se ha tomado como algo personal convertir al delantero en ‘uno di noi’. “Confiad en mí y todo irá solo”, insistía en la entrevista, concedida antes de ofrecer una exhibición que muy pocos futbolistas son capaces de firmar, vestido con la camiseta ‘Blue’ y frente a Albania.

'MEDICINA FIFA'

Los partidos de selección son habitualmente fuentes de problemas para los clubs que prestan a sus jugadores, pero en el caso de Antoine suena a todo lo contrario. No solo por reencontrarse con el gol y regalar una asistencia, sino, sobre todo, por la alegría que desprendía su fútbol, por la confianza que emanaba de cada acción. Ahora solo debe trasladar esa felicidad al Barça y, para ello, cuenta ya con el mejor aliado posible, un Leo Messi que le espera con los brazos abiertos tras liderar a Argentina ante Brasil y que, ante el Celta, cambió el relato mostrado hasta el momento en su relación con Griezmann.

De hecho, aseguran que las sensaciones con las que el galo acabó el encuentro ante los gallegos fueron las mejores desde que está en el Barça, que ni siquiera el doblete logrado ante el Betis en la segunda jornada le dejó tan buen cuerpo. Y la razón no es otra que la conexión vivida con el capitán. El argentino se hartó de buscar a su compañero, al que dejó solo ante Rubén Blanco un par de veces. Una declaración de intenciones, un guiño hacia el galo, que empezó a responder con la selección francesa y debe dar el ‘sí’ definitivo de blaugrana.