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Raphinha, mucho mejor con confianza... y continuidad

El extremo gaucho ha dado el paso al frente que el barcelonismo le reclamaba: dos goles y una asistencia en los dos últimos encuentros

Cuando se ha sentido titular absoluto, por la lesión de Dembélé, Raphinha ha embellecido sustancialmente su rendimiento y sus registros

FC Barcelona - Sevilla | El gol de Raphinha

Raphinha anotó el 3-0 ante el Sevilla / LALIGA

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Raphinha fue fichado el último verano para ser titular indiscutible en el extremo derecho en un escenario en el que Ousmane Dembélé, y su agente, llevaban meses y meses toreando a Mateu Alemany y al club en una renovación que se antojaba imposible. Al final, el francés se quedó y el Barça aplaudió contar con dos extremos polivalentes y de máximo nivel, como demuestra el hecho que acabarían siendo titulares con sus respectivas selecciones en el Mundial de Qatar.

Desde el principio, la preferencia de Xavi Hernández para la posición fue Ousmane, con quien mantiene un idilio futbolístico convencido de que es un top mundial. Uno de los méritos incontestables del técnico egarense es haber recuperado al francés para el fútbol de alta competición.

En este escenario, 'Rapha' siempre ha ido un paso atrás, justificado porque se encontraba en fase de adaptación al equipo, al club, a la Liga y a otra forma de jugar, aunque ya había pasado por las manos de otro técnico intervencionista y radical en la concepción ofensiva del juego como es Marcelo Bielsa.

Alternaba momentos decisivos, como el gol en Pamplona que permitió al Barça llegar líder al parón del Mundial, con apagones y claroscuros. Pasó el Mundial, donde el Brasil de Tite pinchó en los cuartos de final contra Croacia, y llegó el mes de enero donde le tocaba enderezar el rumbo.

Y todo cambió diez días atrás cuando Dembélé se lesionó en Girona, con una ruptura en el recto anterior del muslo izquierdo, que puede dejarlo KO hasta cinco semanas. Un mazazo para el equipo.

Raphinha celebró por todo lo alto su gol en el Villamarín

Raphinha celebró por todo lo alto su gol en el Villamarín / EFE

Sin embargo, surgió el escenario ideal para Raphinha, consciente de que no actuaría más con la sombra de Ousmane en cada acción. Era un ahora o nunca. Su futuro estaba en juego, porque el Arsenal apretó muchísimo en el mercado invernal y, en la próxima ventana, el Barça necesita hacer caja.

El gaucho se ha sentido imprescindible sabiendo que gozaría finalmente de la continuidad que no había tenido hasta ahora por las alternancias con su compañero de posición francés. Psicológicamente le ha ido muy bien. Siempre ha sabido lidiar muy bien con la presión y ahora está jugando mucho más leve, porque los errores no le penalizarían a corto plazo.

Y los números están allí. Reflejan la confianza con la que está encarando los partidos, también gracias a la ayuda de Xavi Hernández que lo ha mimado tanto en público como en privado, aplacando el run-run que se había generado en torno a un futbolista, de 26 años, que aún tiene que ofrecer las mejores temporadas de su carrera futbolística.

Hasta Montilivi había hecho 4 goles y había dado 7 asistencias en 27 partidos con el Barça. En los dos últimos encuentros ligueros, en la visita al Betis y el partido en casa ante el Sevilla de Jorge Sampaoli acumula dos goles (el de Heliópolis fundamental para destrabar un encuentro durísimo) y una asistencia. Y el Barça ha sumado seis de seis.

Este domingo, por fin, pudo celebrar un gol en el Camp Nou, el tercero del rotundo 3-0 (antes había asistido a Gavi en el 2-0) con el que el Barça abre una brecha de ocho puntos a un Madrid en crisis, a quien ya aplastó en la final de la Supercopa de España, y que ha perdido el tren de la competición dejando escapar ocho puntos de los últimos quince disputados.

Xavi, muy vivo, quiso regalarle el aplauso de la culerada a 'Rapha', lo sacó en el minuto 82 por un Ferran Torres, que es el próximo en la lista de delanteros a ser recuperados para la causa.