Ramos Mingo: de la disputa a la reválida

Fuerte dentro y fuera del campo, ni las lesiones ni el coronavirus le han arrugado; Ramos Mingo está de vuelta para que, a la segunda, el flechazo no sea algo efímero

Central zurdo expeditivo, marcador y de acentuado carácter, fue el primero en el que se fijó Koeman, pero buscó con ahínco una nueva oportunidad y vuelve a estar en la órbita

El Barça vuelve a los entrenamientos con la novedad de Ramos Mingo

El Barça vuelve a los entrenamientos con la novedad de Ramos Mingo / EFE

German Bona

German Bona

Su llegada en enero de 2020 fue tan sonada como inesperada. De golpe, dos grandes del fútbol mundial, Boca Juniors y FC Barcelona, a la greña por un futbolista que apenas había participado en un par de amistosos con el equipo ‘xeneize’. Un compañero de Jon, el hermano de José Mari Bakero entonces en Toronto, fue quien alertó al navarro de un central zurdo con mucho futuro.

El Barça fichó a Santi Ramos Mingo con un 3+2, le puso 60 millones de cláusula y no abonó nada, pues no había contrato firmado ni vínculo del cordobés con su anterior club. Pero Boca nunca lo digirió y el litigio sigue vigente pese a un primer revés judicial y victoria azulgrana, que sí pagará los derechos de formación, de 290.000 euros. La vista en el TAS fue el pasado 7 de julio y se espera la sentencia definitiva. La pregunta es si está valiendo la pena el alboroto. Entre problemas burocráticos y la prudencia azulgrana -de Buenos Aires llegaban continuamente palabras exaltadas del dirigente de Boca, Jorge Amor Ameal- sus primeros meses se cerraron en blanco.

Piqué, su referente

Entonces, aterrizó Ronald Koeman al primer equipo y resulta que el argentino, que tiene como referente a Gerard Piqué, convenció tanto en un partidillo de pretemporada que fue convocado en los tres primeros partidos de Liga. No debutó, ‘apareció’ Mingueza y el ‘flechazo’ se disipó... hasta hace unos días. Lo que el holandés vio en ese momento fue un central de 1,86 metros, expeditivo y con el carácter de un veterano, pese a sus 19 años.

Un zaguero zurdo que juega en los dos perfiles, se coloca bien en la marca y es poderoso en el juego aéreo, aunque lo debe explotar más en ataque y estrenar la cuenta como azulgrana. Y lo que también debió percibir fue alguna dificultad en la salida del balón y aspectos tácticos propios del sistema Barça por pulir. Pero la vida da segundas oportunidades y el argentino no es de los que se viene abajo con facilidad. Fuerte dentro y fuera del campo, la pasada temporada sufrió dos reveses con el filial, una inoportuna lesión muscular y fallar el penalti decisivo de la tanda ante el UCAM. Ni el coronavirus lo ha logrado arrugar. Está de vuelta.