Rakitic: "Algún día contaré a mis nietos que jugué en el Barça"

Ivan Rakitic disputará este jueves en Las Palmas su partido número 200 con la camiseta del Barça, una efeméride que, cuando llegó procedente del Sevilla, ni siquiera llegó a plantearse. Tras tres temporadas y media, sin embargo, es ya “uno de los nuestros”. El centrocampista atendió un día antes a SPORT en la Ciutat Esportiva para explicar sus sensaciones por alcanzar el doble centenar de encuentros oficiales.

¿Recuerda qué sintió o qué le pasaba por la cabeza antes de su debut ante el Elche?

Sí, tenía muchísimas ganas, una ilusión tremenda y un orgullo impresionante. Creo que todas las palabras que pueda haber para explicar ese momento… Es casi imposible: era la primera vez que oficialmente vestía la camiseta, estar ahí, sabes que ya no son amistosos, va de puntos, va en serio, es un momento inolvidable y ya estaba deseando que un día pudiera contar eso a mis hijas y a mis nietos.

Pues ya son 200 veces.

No me puse un número. Lo que quieres es ir siempre a por mucho más. Es un número impresionante. Si alguien me hubiera dicho que un poco más de tres años y medio después de llegar llegaba a 200 partidos le hubiera dicho ‘cuéntame el siguiente chiste’. Lo único que deseo es ir a por mucho más y que no pare nunca.

¿Ha logrado todo lo que esperaba o le falta algo?

Hombre, algo en especial… Eso no, pero lo que sí tiene el Barça es poder mejorar siempre, hacer las cosas en cada partido mucho mejor, es otra oportunidad de enseñar lo que puedes hacer y debes hacer. Y claro, la exigencia es máxima y quieres seguir luchando y hacer todo lo que te hace feliz.

¿Cuál es el mejor momento que ha vivido?

El más emocionante… Hay varios, pero uno muy emocionante y diferente fue enfrentarse por primera vez al Sevilla, aquí jugando en casa. Y después jugando, claro, la final de Champions en Berlín. Creo que esos dos partidos. 

¿Y la vez que más ha sufrido?

Hay varios. Hemos sufrido en muchos, pero sí puedo destacar los partidos contra el PSG o contra la Juve, que han dolido mucho. Con todo el respeto, nos pasaron por encima y no hemos disfrutado nada, pero ha habido momentos y partidos que han sido muy complicados también en la Liga y he disfrutado poco. ¡Pero también toca a veces!

¿Cuál es el mejor jugador al que se ha enfrentado?

Uff, habiendo disputado Champions y todo te enfrentas contra los mejores. Destacar uno es muy complicado, lo que sí te llena de orgullo es decir que los mejores los tienes contigo. Y es más bonito tenerlos en tu equipo que  enfrentarte a ellos. Además son amigos ¡y de verdad que lo son!

¿El jugador que más le ha sorprendido en el Barça?

Es complicado decir… Lo que sí, en general, es difícil destacar uno, pero sí se puede destacar la exigencia que hay entre todos ellos. Sobre todo llegando y sabiendo que hay chicos que han ganado varias veces todos los títulos que uno está soñando ganar. Y ves de qué manera trabajan: luchando, yendo a por todo. Y ves esto y dices “bufff, te atraen”. Tienen como un imán, te tiran a por eso igual que ellos. Y eso es una cosa que, seguramente, en todos los otros equipos, y con todo el respeto, creo que no hay.

¿Recuerda alguna asistencia especial a Leo Messi?

De las que más te acuerdas, sobre todo, es de los primeros partidos, donde quieres empezar bien. Y Leo y todos tus compañeros pueden coger confianza en ti y pueden contar contigo. Me acuerdo de una asistencia en La Coruña desde fuera del área que Leo cabecea. Y una suya para mí en casa contra el Granada. Uno quiere conectar bien y esos momentos se te quedan.

¿Cuál es el rival más duro al que se ha enfrentado?

El mejor que nos ha jugado ha sido el PSG. No por el resultado, sino por la manera que nos jugaron. Ahí, conociendo también al míster, que sé que lo había estudiado muy bien, pues a veces hay que decir ‘chapeau’. Nos pasaron por encima por juego. Luego se lo devolvimos, pero es una historia aparte porque ellos allí jugaron muy bien.

¿Tiene manías?

Varias. De más joven tenía muchas más, pero sí me pongo primero la media de la pierna izquierda, después la derecha… Luego piso el césped primero siempre con la pierna derecha. Y ya en el campo me santiguo.

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